Todavía huele a nata nos conduce a través de un viaje temporal desasosegador. La vida de un oficinista parece haber caído de repente en un caos en el que el tiempo avanza hacia atrás.
El juego es la historia de un hombre al que le gusta perseguir a desconocidos a través de una ciudad, con la mera intención de observarlos, y sin intervenir en sus vidas.
José Luis Martín
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