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He leido el fragmento de la web de su libro de cuentos y me ha impresionado, gracias por escribir así.
Xuria /España

Leí el cuento en la red y me pareció buenisimo,aunque un poco angustiosa la muerte silenciosa,y el observar tranquilo y atónito del relator.
Ivo, Chile

COMENTARIO El cuento titulado "Las muertes normales," del autor costarricense Mauricio Ventanas, esta narrado en primera persona por el mismo protagonista, cuyo nombre nunca sabemos. En la primera parte de la historia el protagonista nos habla de la muerte de Don Róger, el padre de su amiga o novia, pues este punto no está claro, Gracia. La acción trascurre desde el viernes noche en que muere Don Roger al Domingo en que lo entierran en el cementerio. Hay dos grupos muy claros de personajes en el cuento. Por un lado están los jóvenes, a los que pertenece el narrador, Gloria y sus amigos. Por otro los mayores, como las tías de Gloria, los invitados al funeral, el sacerdote etc. No hay muchos detalles de los personajes pues están apenas esbozados. No se nos da descripciones físicas pero si de los estados de ánimo, sobre todo de Gloria y su dolor por la muerte de su padre.

El cuento hace mucho hincapié en cómo los jóvenes son observados por los mayores, que están más acostumbrados a las muertes de amigos y parientes. Los personajes mayores mira con compasión o envidia a los jóvenes y parecen querer contagiarles de su tristeza vital o robarles su juventud. En un momento del cuento Andrés, un amigo del protagonista, se siente aterrorizado por estar rodeados de muertos en el cementerio. No está claro si se está refiriendo sólo a los muertos enterrados o también a las personas mayores, que con sus años han dejado de vivir la vida plenamente. En ese momento el protagonista trata de apartar a su amigo Andrés de un camión que se aproxima pero el mismo es atropellado y muere. A partir de ahí empieza a narrar a pesar de ser una persona muerta. Nos narra su propio entierro, como Gloria lloró y como le han puesto unos versos en su lápida. Luego nos da a entender que esto que estamos leyendo son líneas de su cuaderno de notas que sus amigos han encontrado, y cuando lo leemos es como si el estuviera vivo de nuevo. Hay un curioso anticipo a medio cuento de que algo malo va a pasar, cuando se dice " Y callarse algunas cosas, como la que quisiera que no se quede sin contar en esta historia."

Este no es un cuento de miedo sino en la tradición de los narradores muertos, que siguen hablando después de muertos, como en el famoso libro mexicano Comala de Juan Rulfo. Lo que más me ha gustado del cuento es el contraste entre los jóvenes y los viejos. La inocencia de los jóvenes con la muerte y su incapacidad de aceptarla es importante en la historia. El concepto de "muertes normales" del que toma título el cuento y que se menciona en él es central a la historia. Al principio parece que las muertes normales son las de los viejos solamente, pero luego nos damos cuenta de que las muertes normales son las de otro que no sea yo pues es inconcebible pensarse a uno mismo muerto.

Hay una serie de expresiones muy poéticas en el cuento. Llama la atención el comentario de cómo los viejos miran a los jóvenes durante el funeral, "Y al soltarnos la mirada, volviendo a su estado tranquilo, ya nos han dejado un poco de su tizne en el rostro." La line final en que el protagonista muerto habla de "poco a poco hacer amistad con la tierra", escrito con puntos suspensivos entre las palabras, sugiere de manera muy efectista la desintegración de la persona y sobre todo la pérdida de su voz. De esta manera, el final del cuento y el final de la voz narrativa coinciden.

>Enrique, Canadá

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