Acabo de leer el cuento y me ha sobrecogido mucho, es triste, pero refleja
la realidad de cualquier anciano en este mundo y desgraciadamente todos vamos
a parar allá, aunque no siempre los hijos se comportan así, pero eso es una cajita
de sorpresas que hay que esperar a que nos llegue la hora y abrirla. Felicidades,
es muy bonito a pesar del mensaje que transmite.
Ismelys Ortiz, Cuba