Es interesante este cuento, pues nos lleva a que nos interesemos cada vez más en la lectura. Teresa me parece que es un fantasma que no ha querido dejar nuestro mundo, porque quizá le gustó tanto y tiene tantos recuerdos que no quiere dejar su casa, pero en el fondo sabe que está muerta por eso es que no quiere verse en los espejos que hay en su casa todos llenos de polvo por el pasar de los años.
Me gustó también porque hay palabras que no se usan en México como chinelas, que me imagino que por el contexto se refiere a las sandalias, chanclas, zapato de descanso, además la autora utiliza un lenguaje muy sencillo, aunque hable de cosas que nos hacen pensar para tratar de entender que es lo que nos quiere decir.
Es muy breve mi comentario, pues no soy experta en literatura, solo quice dar mi humilde punto de vista, ya que había leído el cuento.
México
Aunque tiene en su nostalgia un punto deprimente, me ha gustado por lo bien reflejada que está, esa apatía de Teresa, producto de la decadencia.
También me gusta comprobar lo rico que es el idioma castellano, en paises de habla hispana. En ellos se conservan mejor, términos que aquí se están perdiendo.
Anónimo, España
Te felicito, Susana, es un cuento extraordinario.
Lucio, Argentina