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La Cotepa

Así se llama la niña de este cuento. Una pequeñita muy graciosa, que cuando tenía un año ya caminaba y hablaba, dejando asombrados a sus padres por su forma tan madura de ser.

Las profesoras del jardín donde iba decían que era una niña superdotada, que había que dejarla ser normal y no prestarle demasiada atención, pues seguro sería malo para ella.

Tenía siempre para todo una respuesta y acción tan coherente como si tuviera más edad. Nunca permitía, que le dijeran guagua o bebe, pues ella con toda sus letras decía muy sería: “Soy una señorita grande”.

Ella casi no tenía más amiguitas que sus compañeras, que eran normales en su forma de actuar, y la Cotepa -así decía ella su nombre- se aburría de los juegos sencillos de los niños de su edad. Terriblemente hiperactiva, siempre quería más actividades que los otros pequeños.

Le gustaba jugar con sus muñecas y hablarles maternalmente. Tenía unos diálogos que dejaban asombrados a los adultos que la escuchaban.

Cierta vez, su madre la sorprendió conversando sola; estaba con dos muñecos, una Barbie y su novio, y los tenía muy juntos, y los movía en movimientos raros.

La mamá le preguntó muy sería qué estaba haciendo, a lo que ella le respondió.
—No ves mamá, están haciendo el amor.
—¿Y qué es hacer el amor, hijita?
—Que el novio ama a su novia y se dan besitos.

La madre se anduvo asustando,y, al día siguiente, tomó las muñecas Barbie y las echó al tacho de la basura.

La niña le decía que no era malo, que en la tele se veía a las personas haciendo el amor.

La niña, debido a que sus padres trabajaban todo el día, solo tenía por compañía a sus compañeritas y en casa a sus muñecas.

Cotepa decía que se iba a ir de viaje con la Sarita, y le mostraba a la madre con el dedo a la supuesta amiga mirando la repisa.

Un día, la madre entró a la habitación de la hija y no estaba. Solo sus muñecas ordenadas. Pensó que habría salido con su papá, así que espero que llegara y se puso a ver televisión.

Cuando llegó el padre, venía solo. La mujer le pregunto por la hija y el dijo:
—Vengo del trabajo, ¿cómo me preguntas por ella?, ¿no fuiste a buscarla al jardín?
—Fui, pero al no verla en su habitación pensé que habías llegado y la llevaste a comprar. Yo estaba en el baño, solo la dejé un instante viendo televisión.

Buscaron por toda la casa, preguntaron a los vecinos. Nadie la había visto. No entendía como se iba a desaparecer, además la puerta de la calle tenía un seguro.

La madre entro a la pieza de la niña, mirando extrañada, no entendía que pasaba. Cuando, de repente, se dio cuenta que en la repisa estaba una muñeca que no era conocida y no se la habían regalados ni ellos ni sus parientes.

Le preguntó al marido, si sabía cuantas muñecas tenía la Cotepa. El hombre, extrañado, le dijo que por qué le hacía esa pregunta.
—Sabes que son once muñecas de Barbie.

La mujer volvió a entrar y contó doce.
—¿Tu le regalaste alguna muñeca?
—Que tiene que ver todo esto, donde esta la niña?

Miró alrededor y se percató que la muñeca nueva, vestía la ropa igual a la de su hija, el vestido, el pelo...
-Ella me dijo que se iba a ir de viaje con la Sarita -puso cara de espanto.

En la pared donde estaba la repisa, estaban las muñecas de la niña y al lado de una de ellas, sentada y sonriendo, la hija.

Alejandra Zarhi, Chile © 2016

alejandrazarhi@gmail.com

Alejandra Zarhi García es escritora, periodista, gestora cultural y editora de sus propias obras. Escribe desde los doce años y su primer libro, Cinco Caminos, lo publicó a los quince años. Era un poemario prologado por el escritor Mafud Massis, quien era yerno de otro destacado escritor chileno, Pablo de Roka. Este libro lo vendió ella misma en su totalidad, en la Plaza de la Constitución, que está frente al palacio de gobierno, “La Moneda”, con gran éxito y muy buena crítica. Desde entonces no ha parado de escribir y crear. Sin dejar de participar en todo evento literario al cual pueda asistir.

Ha participado de encuentros de escritores dentro y fuera del país y ha sido organizadora de varios de estos encuentros literarios. Pertenece a la Sociedad de Escritores de Chile desde el año 1965. Y fue directora de la sociedad de escritores de Chile en la ciudad de Antofagasta. Es autora de varios programas radiales culturales en la pampa salitrera y en la ciudad de Antofagasta, fue colaboradora de la radio Minería, Nacional, La Portada, entre otras emisoras del norte de Chile. Hasta la fecha lleva 36 libros publicados, y cinco de ellos han logrado una segunda edición. Varios han sido traducidos a otros idiomas como francés, italiano, árabe, chino, portugués, inglés, etc. Ha participado en cuatro maratones poéticas de las cuales tiene el record de 74 horas ininterrumpidas de lectura. Y, en su honor, el pueblo de Tal-Tal le puso “Maratón Poética Alejandra Zarhi”. Esta información figura en los archivos del “Libro de Records Guinness”. Siempre ha participado en las Ferias Internacionales del Libro. Este constante ruedo literario lo inició cuando aún era una adolescente en la Feria del libro del Parque Forestal de Santiago de Chile. Donde colaboró, participo y compartió con destacados escritores como Violeta Parra, Pablo de Roka, Matilde Ladrón de Guevara y muchos otros, de los cuales obtuvo experiencias de vida y conocimientos que enriquecieron su talento único e incorruptible.

Alejandra es directora y editora de la Revista Internacional Cultural Imágenes de Océanos desde hace 36 años. Y cuenta con corresponsales en todo el mundo, siendo Argentina el país donde más corresponsales existen, mismo lugar al cual la invitan constantemente para participar de eventos literarios y donde la han tratado con respeto y admiración. Muestra de ello, son los premios y galardones que le han entregando en varias ocasiones, destacando el premio Alfonsina 90, por el primer lugar logrado en poesía. Ha ganado también en otros concursos literarios internacionales; en Brasil, primer lugar en poesía, entre dos mil participantes. Y en Italia, una coronilla de plata.

Algunos de sus libros publicados son: Cinco Caminos, Nacer Entre Espinas, Canto a unos ojos Hechiceros, El embrujo de Mejillones (traducido al francés por Salvador Dalí), Las Torres de Marfil, Caliche Encantado, Ausencia del Ángel, Mi Elefante Negro (traducido al italiano por Salvador Dalí), Alondra Solitaria, El Niño Hechicero, Zamira y otras Vidas, Bailando en el bosque, Aullidos de Loba en Celo, El Dragón de mis Praderas, El Gautero del Diablo, Revista Internacional Cultural “Imágenes de Océanos”, o Mundo de Cristal (novela escrita con el coautor Osvaldo Cristi Pereira).

Alejandra, se ha encumbrando con honores y premios a través de su larga trayectoria en el mundo de las letras. Y su presencia y gestión, son un valioso aporte a la cultura. Actualmente está dedicada a la edición de libros, talleres literarios y trabaja incansablemente editando sus nuevos poemas y cuentos que planea publicar pronto.

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