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Megan Jewett y Cori Maloney

"Entrevista a Gustavo Daniel Arias"

El autor contestó nuestras preguntas sobre su cuento "Ramona"

¿Es "Ramona" una reflexión de su vida?
No podemos escribir más que sobre nosotros mismos. El mundo empieza y termina en nosotros. No hay nada que pueda crear fuera de mí. Esto significa que el acto de la creación, como forma lúdica y saludable de escapar de las opresiones de la rutina o de la conciencia, no son un "escaparse de uno mismo," no responden a una alienación, si no a una forma de reencontrarse con uno mismo, de integarse con uno mismo, de comprenderse, DE CRECER.

¿Es este cuento una parodia de la familias burguesas o de nuestra obsesión con las personas famosas?
Es ambas cosas. Por lo pronto, el personaje más insignificante adquiere, de la nada, la mayor significancia, eso crea una vuelta de campana que es el hilo de la trama. Los burgueses, los notables, pasan a la clandestinidad del voyeur, a una posición de abyección, de sumisión, que social, política y económicamente, le estaba deparada a la servienta.

¿Ud. piensa que los medios de comunicación sostienen los esteriotípicos de los pobres?
De ninguna manera. Los medios de comunicación o "mass-media" son extremadamente democráticos en ese sentido. Han hecho un esfuerzo para crear un inconsciente colectivo que atraviese todas las capas sociales, de ahí su nombre.

¿Cómo contempla la cultura moderna las personas famosas?
Las personas famosas son en nuestra cultura, lo que los antiguos Dioses eran para los paganos... La diferencia entre la antiguedad y esta postmodernidad que nos toca vivir, es que en aquella época el Parnaso era inalcanzable, en cambio hoy en día, cualquiera sabe donde estan los estudios de televisión.

¿Cómo puede algo como "La Fama" crear dioses modernos en nuestra cultura? y ¿piensa que ellos tienen cualidades especiales o es solamente buena suerte?
Famoso puede ser qualquiera, porque los resortes de la sociedad de consumo necesitan de la existencia de los famosos. Los famosos no marcan las tendencias del mercado, sino que fueron creados previamente por ellas. Se empieza a ser famoso cuando una empresa que quiere venderte como producto comienza a publicitar lo famoso que eres. Luego, si ese previo estudio de mercado estuvo bien hecho, la gente va a comprar tu fama y todo lo que a ella rodea. La fama es una impostura, un juego del mercado en el que jugamos todos, en el que estamos todos involucrados. los que compramos y los que venden lo que compramos. El famoso en sí, es una marca registrada, ni siquiera los que lo admiran, ni siquiera sus fans pueden considerarlo como una persona. Aquí cabría aclarar que cada palabra tiene su significación negativa o positiva. Si para Uds. la palabra "fama" está cargada de un tono despectivo, probablemente entiendan la fama de una manera en que he intentado explicarla. No obstante, si cargamos la palabra "fama" con una significación positiva, si la fama para Uds. es sinómino de "reputación", de "honor", etc... Entonces podríamos decir que, por ejemplo, Shakespeare es muy famoso, es notorio, es célebre, y además merece serlo, y no necestió de ninguna maquinaria publicitaria que lo prefabrique para el consumo masivo. En "Ramona" supongo que el concepto de "fama" que manejé es el primero, el de su carga despectiva, y su condición de acicate contra determinados vicios o puerilidades de la sociedad de consumo, que quería poner de manifiesto en el cuento.

¿ Ud. piensa que todas las personas tienen vidas dobles?
Sinceramente creo que a lo largo de nuestras vidas, cada uno de nosotros va cambiando notablemente. Borges, ya viejo y ciego, narra en uno de sus cuentos, el dialogo que mantiene una tarde, en el banco de una plaza, con un joven estudiante. A lo largo de la conversación que entablan estos dos seres tan distintos, en las antípodas uno del otro, vamos advirtiendo que son la misma persona. El viejo y consagrado escritor se encuentra en un espacio y tiempo mágicos, con el estudiante que fuera, y casi no se reconoce sino por determinados detalles que sólo ambos conocen, los secretos de conciencia que ambos guardan siendo uno y dos a la vez.

¿ Qué piensa que la mayoría de las personas usan para escapar de los aspectos desagradables de su vidas?
En cada uno de nosotros hay un alter ego. El super-yo freudiano. Ante "la torpe intensidad que es un alma" (vuelvo a citar a Borges) escapar de uno mismo es un modo de supervivencia en algunos casos, en otros no. Según los medios que se elijan, la vía de escape puede ser lúdica y creativa, o tanática, autodestructiva.

Mencionó a Borges mucho en las respuestas. ¿Por qué este hombre ha influido en su trabajo?
Comencé a leer a Borges a la edad de 9 años. Considero que está entre los tres o cuatro mas grandes escritores del siglo XX. Su obra es tan revolucionaria y fundacional como la de Joyce o Kafka. Con respecto a la influencia, no creo sinceramente que se escriba igual que antes de que aparecieran los autores que he mencionado.

¿Cómo escapa Ud. de su vida diaria?
Escribo, sueño, toco la guitarra y leo... No me privo de mi porción de derecho al ocio, y disfruto cada segundo de ese momento en el que no hago nada "útil".

¿Ud. piensa que nuestra cultura es damasiado "rápida"? Por ejemplo, dijo que le gusta su tiempo de ocio, pero parece que la sociedad desprecia esto. ¿De acuerdo?
Es evidente que la actual sociedad de consumo, en donde los valores de cada persona están medidos conforme la pragmática y fatal balanza del éxito, ha generado un disciplinamiento. La obligación de ser rápidos, de ser eficaces siempre, de tener la inmediata respuesta ante un estímulo dado, forman parte de ese disciplinamiento. Dentro de este marco, hasta el ocio ha sido programado. Vamos a hacer shopping en nuestros ratos de ocio, entre otras múltiples actividades orientadas a encauzar el limbo, el vacío que se produce el los llamados "ratos libres..." Por eso creo que no debemos confundir el "ocio" al que me refería en mis anteriores respuestas, el ocio real, el ocio libre; con esa otra forma de ocio basada en una mega-industria del "entertainment," que es una forma velada, oculta, de controlar aún los más mínimos espacios de cada una de nuestras humildes humanidades, transformadas en máquinas veloces de consumo, en herramientas de una gran maquinaria de disciplinamiento social basada en la necesidad estereotipada del hiper-consumo.

Megan Jewett
jewett.19@osu.edu

Cori Maloney
CJM226@aol.com

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