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Kelly Clark y DReW Gilmore

"Entrevista a Jorge Harmodio Juárez"

Jorge Harmodio Juárez es un escritor de México. Escribió el cuento "Péndulo" en 1996. El cuento usa la relación entre la suerte y la muerte como un comentario sobre el destino. En nuestra entrevista con el autor tratábamos de investigar sus opiniones sobre la relevancia de su obra. Sus respuestas son francas y a veces tienen un poco de sarcasmo.

¿Siempre hay solamente la suerte bueno o malo? ¿La muerte o la suerte, y no hay nada entre los dos?
Entre la muerte y la suerte hay solo seis letras: la N, la Ñ, la O, la P, la Q y la R. La muerte no es buena ni mala. La suerte no es mala ni buena. A veces la buena suerte es peor que la buena muerte; a veces la mala muerte es mejor que la mala suerte.

En el cuento, todo es simétrico, suerte-muerte- suerte-muerte. ¿Por qué? ¿La vida no tiene nada asimétrico?
El cuento es tan simétrico porque ha sido escrito por alguien profundamente asimétrico (y si no me creen, pregúntenle a mi espejo, que cada mañana padece la asimetría de mis orejas, la derecha un tanto más abierta que la izquierda) que busca en la literatura las simetría que le negó la vida.

¿Cuál es la relación entre el amor y la suerte, y el amor y la muerte? ¿Qué es más fuerte, amor o muerte?
El amor persigue al péndulo. El péndulo es una misma palabra con dos caras, una en la S, otra M.

¿Estas relaciones, son específicas de la cultura española o de Europa, o son los mismas por todo el mundo? Las palabras tienen la rima en español, pero no en otras lenguas, ¿aún hay una conexión?
Si en Burundi no existen péndulos, mi cuento pasa automáticamente a chingar a su madre (con perdón).

Su cuento, ¿ilustra la vida real o solamente es una historia de ficción?
Ficción.

Si lo cree, ¿Qué ejemplos tiene en su vida de la rima de la suerte y la muerte?
No es mi vida pero sí es un ejemplo: hace tiempo hubo un mexicano, un tal Ricardo Aldape, que pasó 14 años a la espera de la ejecución de una sentencia de muerte en una prisión de Texas. Cuando estaba a punto de ser ejecutado, todo México se movilizó para lograr una prórroga, el presidente escribió cartas al gobernador de Texas pidiendo clemencia, la iglesia, los grupos sociales, los abogados, que lo asistieron gratuitamente, todos lucharon porque se hiciera justicia y saliera en libertad. Ricardo tuvo suerte y salió de la cárcel, fue recibido en su natal Monterrey como un héroe, tuvo más suerte cuando una empresa de televisión le ofreció el papel estelar de una telenovela, y ganó mucho dinero y tuvo tanta suerte que se compró un coche de lujo. Tiempo después murió en un accidente automovilístico, cuando viajaba ebrio de felicidad y éxito en su coche nuevo. El exceso de suerte lo llevó a la muerte. ¿O es que la muerte se disfrazó de suerte por unos meses?

¿Es significativo que el SIDA es curado en su cuento, que el hombre está libre solamente después de la muerte de su amor? ¿Es un sueño para una cura en el futuro?
El SIDA es una buena muestra de lo que yo quería expresar, la suerte y la muerte como una misma cosa, casi contenidas ambas en la misma palabra. Para contagiarse de SIDA hay que tener mala suerte, y generalmente el SIDA trae consigo la muerte. Y hasta ahora la única cura posible es una muy buena dosis de buena suerte (y un poco de ayuda de mis amigos, los fármacos en un cóctel).

¿Personalmente, cree en la suerte o cree en el destino? ¿En su cuento, o en su vida, hay implicaciones religiosas que tienen influencia en sus pensamientos?
Para mi mala suerte (y a lo mejor también para mi mala muerte) no soy muy religioso.

Kelly Clark
clark.742@osu.edu

DReW Gilmore
gilmore.76@osu.edu

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