¿Por qué escogió Ud. escribir para su profesión?
Escribir no es mi profesión. Soy licenciado en Derecho y funcionario en un Ayuntamiento. Escribir es una afición que tengo, y aunque, desde luego, me gustaría publicar y vender muchos libros, ni siquiera estoy convencido de que desee ser un escritor profesional. Eso sí, me gustaría tener más tiempo para la literatura (para leer y para escribir) del que tengo.
En cualquier caso, uno no escoge escribir. Yo escribo por necesidad. Es casi un vicio. Intenté dejarlo, de hecho, cuando nacieron mis hijos, pretextando falta de tiempo y de talento, lo dejé unos años, pero de repente sentí que no podía más, que tenía que volver a escribir. Y "La doméstica" fue de mis primeros cuentos tras mi vuelta a la escritura.
El poeta Rainer Maria Rilke, en sus "Cartas a un joven poeta" aconsejaba que "si puedes vivir sin escribir, no escribas". Creo que tenía mucha razón.
¿Siempre quería ser autor?
A los 13 ó 14 años sentí que la literatura me atrapaba, y empecé a escribir algún relato y poemas, pero sin pensar que luego fuera a dedicarme a ello, y de hecho no empecé a tomarme en serio la lectura (que es lo principal que hay que hacer si se quiere escribir) hasta los 18. Pero si la palabra vocación significa algo real, ya hace muchos años sentí yo la vocación de ser escritor. Creo que me gusta más la literatura que la realidad.
Rara vez escribo a partir de eventos. Y es más difícil e incómodo literaturizar la realidad que fantasear libremente.
Nos dijo Ud. que prefiere escribir sobre la ficción en vez de la realidad. ¿Dificulta la vista que la sociedad tiene del realismo su habilidad de escribir creativamente o reduce su productividad?
Efectivamente, prefiero la ficción a la realidad, pero, ¿qué escritor no la prefiere? La literatura es ficción pura; en general, escribir sobre la realidad no es literatura: es periodismo. En cuanto a lo que decís de "la vista" (supongo que os referís a la visión) que la sociedad tiene del realismo, ni creo que la sociedad prefiera el realismo sobre la ficción (a pesar de esas películas que se ven tanto en la TV, sobre todo norteamericanas, en las que aparece el rótulo "Esta película está basada en un hecho real") ni desde luego creo que me afecte. Cada autor crea su propia realidad, a su gusto, tomando de la realidad externa lo que más interese para su relato.
¿Qué le dio a Ud. su idea central para el tema del cuento "La Doméstica"?
La idea del cuento está en su final. Todo lo demás está en función de ese final. Y fue una frase hecha, una metáfora muy usual en español (no sé si en los Estados Unidos), que es: "te voy a comer a besos". Se dice mucho en España en relación a los bebés, pero también entre parejas, etc. Tiene variantes como decir de alguien, por ejemplo con gran atractivo sexual, que es "muy comestible". Así pues pensé en escribir un relato de alguien tan apasionado por un bebé que se lo come de verdad.
¿Cuándo se le ocurrió a Ud. como saldría el fin de "La Doméstica"?
El final lo tenía muy claro antes de empezar a escribir, pero aún así tuve que trabajarlo bastante, pues quería que resultase fría la reacción del padre. Tenía claro que debía evitar el tono dramático. El padre casi se queda tranquilo de que desaparezca la causa de su paranoia. El cuento es una broma que le gasto al lector.
¿Ha desempeñado la paranoia un papel en su vida o la vida de sus amigos o su familia?
La historia que cuento no tiene nada que ver conmigo, es pura fantasía, aunque algunos pequeños detalles puedo haberlos tomado prestados de la realidad. Y no hay paranoicos entre mi familia o mis amigos.Somos gente muy normal. Yo no creo que lo sea, aunque a veces puedo ser un poco obsesivo.
¿Nunca se preocuparon algunos miembros de su familia que unas de las
varias criadas suyas maltratarían a los hijos?
¡No se os habrá ocurrido pensar que la historia es real! ¡En absoluto! Tuvimos varias criadas, eso es cierto, pero eran excelentes personas y nos querían, a mí y a mis hermanos. "La doméstica" no es un cuento sobre criadas que maltratan. No se trata de eso. Yo creo que es un cuento de humor (de humor negro), y esa criada está en un plano irreal. No es un cuento realista, aunque lo parezca.
No obstante sí que hay elementos muy concretos que he tomado de la realidad. Por ejemplo, alguien me contó un caso real de una criada, en México, que dormía a los niños con gas butano.
¿Con cuál personaje del cuento puede Ud. relacionarse más?
Sin duda con el padre. Yo no me considero paranoico, pero con un bebé siempre se temen peligros de todas clases.
Mencionó Ud.que tenía varias criadas durante su niñez y que puede relacionarse más con el padre del cuento. ¿Tenía Ud.una criada favorita con quien podía relacionarse bien y como fue su relación con su padre cuando era niño?
No entiendo qué puede aportar esas circunstancias (tener o no tener una criada favorita, y tener una buena o mala relación con mi padre) a un análisis del relato. Mi pasado no tiene por qué condicionar el que yo en el relato pinte al padre o a la criada de uno u otro modo. Ya os expliqué la génesis del relato, cómo tuve primero el final, y luego busqué un desarrollo donde todo cuadrase, y unos personajes sugerentes. Lo cual no quiere decir que para pintar esos u otros personajes uno no se apoye ocasionalmente en recuerdos, propios o ajenos, en lo vivido, pero siempre reelaborándolos al servicio de una trama. Es tan solo un relato, no es psicoanálisis ni una historia en clave. Si hubiera querido escribir sobre mi niñez no hubiera escrito ese relato.
¿Contribuyeron a unos prejuicios las diferencias de las clases sociales
diferentes cuando Ud.era niño?
No creo que haya tenido prejuicios contra las criadas por ser de una clase inferior. Lo que si me ocurría de niño (y eso sí que lo reflejo, exagerándolo, en el cuento), hasta cierto punto, es que las sentía como "presencias extrañas", y como si pretendieran apoderarse de mi casa. Soy muy celoso de mi intimidad.
¿Es un tema común la paranoia en otras historias suyas?
Sí, tengo algún cuento cuyo tema también podría ser la paranoia. Mis personajes suelen ser muy obsesivos. Kafka es uno de mis padres literarios.
Por favor, explíquenos con más detalles lo que significa, "Kafka es uno de mis padres literarios."
Llamo "padres literarios" a aquellos escritores que me han influido de un modo decisivo, e incluso en quienes me reconozco cuando escribo (al igual que, a medida que toda persona crece, va reconociéndose más y más en sus padres, en los genes que le han transmitido). A mí Kafka (como a tantos autores) me impactó profundamente, la sensación de caos que transmite, y también de dolorosa incomunicación, es muy poderosa. Creo que es uno de los escritores que, al menos en Europa, más ha contribuido a que la literatura del siglo XX sea lo que conocemos. El adjetivo "kafkiano" se utiliza muchísimo en España. Pero también tengo otros "padres literarios": Borges y Monterroso, sin ir más lejos.
Monique Moore
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Gregory Paciorek
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