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La frontera de papel

Nombre: Román Saldaña Uribe.
Edad: 35 años.
Raza: caucásica.
Ojos: Café.
Estatura: 1, 80 m.
Fecha de la desaparición: Jueves 14 de Octubre de 1987.
Último lugar donde se le localiza: Biblioteca Nacional de Trinidad.
Vestía la última vez que se le vio: Pantalón azul, camisa blanca y zapatos negros.
Otros datos identificativos: Suele ir siempre con un libro debajo del brazo.
Fin del Informe de Comisaría de Trinidad.16 de Octubre de 1987. Firmado el Jefe de Guardia a las 23.00 horas. Se da curso a la demanda por desaparición y se comunica a todas las unidades para el inicio de búsqueda.

* * * * *

Cuenta la abuela de Román que cuando éste nació " todos los antepasados de la familia, desde el Coronel Jeremías (con más de cien años de santo reposo), hasta el abuelo Bienvenido (que falleció el año pasado), se unieron para protestar por los berridos de ese monicaco que vino a alterar la paz de todo bicho, ya fuera vivo o muerto".

Sus alaridos continuaron con el paso de los años, pero fueron los de su alma los clamores que irrumpieron en todos los cónclaves del orden establecido. La extensión de su historial de inadaptación social no tiene nada que envidiar a la Concordancia de Zoología Mundial del Dr. Smithson, famosa por ser un elemento altamente apreciado por quienes necesitan quitar arrugas rebeldes de la ropa. Expulsado de cuatro escuelas, cinco colegios, tres universidades, y un sinnúmero de trabajos, a la edad de veintidós años Román ya había entendido que la grandeza de su espíritu jamás tendría cabida en la ruindad de este mundo, y decidió descubrir otros: los escondidos tras las páginas de los libros.

-Por ahí va el hombre-libro, o Mister Book -solían decir los vecinos del barrio cuando cada amanecer veían perfilarse la silueta del muchacho entre los rastros de los ronquidos de las marmotas invernales. Él, haciendo de la impasibilidad su máscara, continuaba su camino a la vez que iba leyendo. Y así pasaba horas y horas, caminando y descifrando los grafismos de Byron, Walter Scott, Wilde o Stendhal, sin saber por dónde iban sus pies, pero descubriendo las sendas de lo fantástico con sus ojos. De este modo transcurrieron los días, y los años; los otoños y las guerras de otros países distantes; los amores de los demás y su soledad entre seres de aire; nacieron nuevos países y murieron dictadores eternos, y Román no se enteró, y su vida era su libro, y sus ojos el pasaporte a nuevos mundos; y las páginas, la frontera de papel tras la cuál se encontraban los países soñados desde niño.

Su relación con los libros llegó a ser de tal naturaleza, que Román fue capaz de traspasar en esencia las tapas de los volúmenes y participar como un personaje más en la trama de las historias. De este modo acompañó a Don Quijote, con quien compartió huesos rotos, en la batalla contra los molinos de viento; intentó ser admitido, sin éxito, en el grupo de los Tres Mosqueteros y caminó junto a Rousseau en sus "ensoñaciones del paseante solitario", atreviéndose incluso a hacerle algunas sugerencias filosóficas. También viajó con García Lorca a Nueva York, donde descubrió su alma de poeta, y ayudó a la hermana de Gregor Samsa, en la Metamorfosis de Kafka, a darle la vuelta a su asqueroso hermano cuando se quedaba panza arriba.

Realmente el asunto de su desaparición resultó ser todo un enigma. Jamás se le encontró, a pesar de las intensas pesquisas policiales que se llevaron a cabo y las investigaciones de detectives privados pagados por los libreros del barrio, que vieron de pronto esfumarse a su mejor cliente. Hoy en día, después de más de diez años de acaecidos los hechos, todavía algunas personas siguen especulando acerca de la única pista aparentemente existente: un libro (Romeo y Julieta) abierto en el asiento que Román ocupaba la tarde de su desaparición en la Biblioteca Municipal (último lugar donde se le vio), y el hecho de que a partir de aquel día hubo que reeditar todas las versiones ya impresas de la obra de Shakespeare porque, incomprensiblemente, había aparecido un nuevo personaje en la tragedia que acabó con Romeo y consiguió huir con Julieta, con quien vivió en eterna felicidad.

25 de junio de 1998

Ángel Matamala, Costa Rica © 1999

hrpartn@sol.racsa.co.cr

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