Cierto día le comenté a una de mis abundantes ex-parejas , una "traumada" que vivía recriminando mi falta de sinceridad que de existir la posibilidad de filmar cada minuto, cada instante de nuestras vidas, nadie, absolutamente nadie tendría el valor de proyectar la filmación a persona alguna, lejana o cercana, amada u odiada...
Vamos, no me refiero a esas dos o tres infedilidades conyugales que le confesamos al cura un domingo con resaca o a los revalúos monetarios que le confesamos al contador tras una inspección del "fisco". Me refiero al verdadero yo. Al oculto, al que nada ni nadie, salvo Dios (¡y gracias a ÉL!) en caso de existir y de poder abarcar cada centímetro del planeta con su ojo, logrará ver jamás...
Piénselo... Muy en el fondo, aquello que incluso a usted mismo se oculta... Se probó la ropa interior de su mujer, ¿no es cierto? Sí, ríase. Adelante, piense como ellos, que estoy loco... Pero todos lo hacemos.
Aquello que nadie sabe, que ni uno mismo se confesaría ante el espejo... Aquella buena señora que nos habla desde dentro de un caro tapado sintético... Tal vez probó su propio excremento sólo para saber que gusto tendría...¿no? O esa dulce niña que acariciamos y creemos la inocencia personificada. ¿Quién sabe su secreto..? ¡Sin duda introduce cosas en su cuerpo, envases de shampoo en su ano o en su sexo... tortura a su mascota cuando nadie la vé...!
Adelante: llámeme pervertido, inhumano, demente... Usted, que está acostumbrado a los adjetivos... ¡Déles la razón! Pero bien sabe que no la tienen, que la realidad es la que acabo de describirle... una verdad fundamental.
Todos tenemos pequeñas secretos de ese estilo... No necesariamente tan perversos... No necesariamente abundan los casos de personas que en la soledad disfrutan con orinarse encima, o quitar mocos de su nariz y pegarlos quien sabe donde... No... Hay quienes compran secretamente juguetes, diciéndole "para mis hijos" a la dueña del bazar, y juegan, enfermizamente sobre austeros escritorios de empresario, los prenden fuego con su "bic" y los contemplan derretirse sobre el cenicero imaginando morbosamente vida en las indefensas figurillas inanimadas... Y estan los que se masturban: pensando en la almacenera, en la sobrina, en la hermana... ¡en la propia hija! Claro: el loco soy yo, no siempre lo fui, pero ahora el loco soy yo. ¡Por decir la verdad...! Se que suena enfermizo: pero ES la verdad... Pregúntele a un psicólogo, de esos que vienen a visitarme cada quince días a este maldito manicomio... Aunque no le contestará, no... Ellos sólo escuchan, sólo apuntan en sus malditos bloques de notas. Son como ustedes los periodistas, ¿sabe?... Sólo preguntan y escuchan... Se parecen. Viven de la locura: ustedes los periodistas de la locura del mundo... Ellos de la locura de los habitantes del mismo...
Pero imagínense lo que ellos saben, sí, los psicólogos: saben de pederastías, de incestos, de violaciones, de masoquismos... Pues bien, aún esto sólo es una parte, sólo lo que un cerebro dirigido se atrevió a desbordar por entre un par de labios presionados, así que imagínese mejor aquello que ignoran... lo peor... Nada saben de rituales y costumbres cotidianas, las secretas, de lo que hacemos cuando nadie puede vernos... No saben lo que nos atrevemos a pensar, saben sólo lo que creemos pensar... Yo tengo mis secretos por supuesto... Pero jamás los revelaré y mucho menos a usted. Pero sí le contaré algo por si no se ha dado cuenta aún y luego le daré su historia amigo: la mayoría de lo oculto en un ser humano, sucede en ese lugar incluso llamado "tan sagrado" por la imaginación popular en un verso, que se denomina "baño", ese lugar que los "shoppings" titulan "SSHH" como pidiendo silencio a quien penetre sus puertas... Ese lugar donde yo trabajé la mayor parte del tiempo antes de que me encerraran en este maldito lugar, al baño del cual por supuesto jamás concurro desde que sucedió "aquello": defeco y orino en cualquiera de los árboles que encuentro por allí a la hora del "recreo" o en las paredes si el estomago y los riñones me apremian... Y claro: esto los convence de su teoría: de que estoy loco, me observan pensando: "miren al loco cagándose encima y por los rincones".
Pero poco me importa. Así estoy a salvo.
Nada ni nadie jamás me obligará a sentarme en una de esas tazas de loza llamadas "water", que casi adoramos, esos tronos fríos en los sanitarios, lavabos, servicios higiénicos o como usted quiera llamarles... ¿Qué vulgaridad ocultan esos pestillos redondeados de sus puertas? ¿Bulimias,onanismo?
Nadie sabe lo que sucede allí, aunque una regla tácitamente respetada nos obliga a creernos mutuamente que sólo entramos a orinar y defecar...
Pues bien: alguien seguramente en algun momento hizo algo más que eso, no se cuándo ni dónde... Pero al hacerlo nos lo hizo a todos... Alguien lo puso allí... ¿Cómo a quién? A INOS. Antes de considerarme loco como todos ellos, ¿por qué mejor no deja que le cuente? Que más da...
Si mi historia no le sirve a su periódico, vaya y filme la mugre que hay por todos los pasillos de la institución, escriba un artículo de crítica social, acerca de las condiciones infrahumanas reinantes en los hospitales psiquiátricos como este... Pero déjeme contarle mi historia... Dejeme compartir los recuerdos antes de que me vuelvan realmente loco de remate... Dejeme hablarle de INOS.
YO lo ví... Sí, en mi propio inodoro, lo sentí bajo mis nalgas, aunque estoy seguro que no es el único lugar en el mundo por el cual se asoma de vez en cuando... Cuando quiere alimentarse. ¿Nunca ha pensado que los inodoros son de alguna forma precursores de la tan mentada hoy día INTERNET? Sí,no me mire así... Este hecho ha levantado mi ego de plomero más de una vez...
Piénsenlo: todas las redes de desagüe están conectadas de alguna forma entre sí, y todas a su vez llegan a un río, mar, océano o lo que sea , estando conectadas a su vez a otros desagües de todo el mundo... En otras palabras: la mierda o lo que sea que se arroje al inodoro tiene la capacidad física de llegar a cualquier lugar del orbe... Y en esto también se parece a la mentada "web". Cualquier cosa podría viajar a traves del planeta por el sistema de cloacas, cruzar mares, oceanos... asomarse a cada salida... de tener vida, claro.
Y ÉL la tiene.
No se si gracias a la CIA, a un experimento genético, a un producto químico ilegalmente desagotado por allí, a un error de la naturaleza o vaya a saber a qué mierda (valga el término en este caso), pero la tiene.
¡Y YO LO VI, Y LO SENTÍ... Y LO OLÍ...!
Fue la cosa más asquerosa de la cual me ha tocado ser testigo e imagínese como sanitario las cosas que la vida me ha dado el privilegio de ver a lo largo de ella. De ahí se que la gente arroja toda clase de elementos a traves de su querido water: y claro, yo luego como sanitario tengo la sagrada encomienda de quitarlos, de destapar las inmundicias del mundo... Preservativos, revistas, droga, y en un caso... Bueno llegue a quitar de un desagüe atascado algo realmente espantoso: una enorme rata, completamente descompuesta, chorreando excremento y su propia descomposición... Pero nada vi semejante a... AQUELLO. No se si trata de una especie que convive con nosotros... ¿Por qué no?... Los indigenas ignoraron al hombre blanco durante siglos y habitaban el mismo planeta... Así como muchas especies desaparecen de tanto en tanto, tambien otras nuevas son descubiertas... Ignoro su origen, no soy zoólogo ni biólogo, apenas un fontanero... Pero sé que está allí, en algún lugar. Y necesita alimentarse. Como el día en que lo sentí...
Estaba defecando, como acostumbraba a hacer antes, normalmente, sentado placidamente en mi inodoro celeste. Defecando y leyendo. Usted sabe, no puedo hacerlo sin leer... Y sentí una suave caricia en mis genitales... Lo atribuí a algún trozo de papel higiénico de esos que suelo depositar sobre el agua antes de comenzar "mi labor" de descarga para que que la materia no me salpique el culo al caer pesadamente dentro... Y continué leyendo, sin darle mayor importancia... Hasta que sentí el dolor...
Me incorporé sobresaltado...
¡Algo había mordisqueado mis testículos!
De acuerdo: ríase. Así lo hicieron mis amistades cuando les conté el suceso... Pero a mi, en aquel momento poca gracia me causó. De hecho, haya sido lo que haya sido dejó una marca en mi escroto, por la cual debí acudir al médico.
Su consejo fue tajante: mi mujer no debería poner tanta lejía al lavar la taza del water ya que al apoyar mis genitales en la loza sufrí una irritación severa, según el diagnóstico oficial... Le mencioné que en realidad mi mujer no utilizaba nunca hipoclorito para esta tarea, que de hecho no lavaba jamás el inodoro y lo que es más: ¡que ni siquiera era yo casado!... También le mencioné que en realidad lo que mis "huevos" habían sentido, era un mordisco y no una reacción alérgica... Gracias a ello conseguí un par de calmantes y un sendo pase al psiquiatra.
Pero no podía olvidarme del tema, así no más. Si lo comentaba nadie me creeria... Ah, pero lo investigaría... Recordé el episodio de la rata obstruyendo el caño y me dije: ¿por que no? A lo mejor una inmundicia de ellas abogó por salir justo en el momento menos indicado... Debo reconocer que con mis gases hice todo lo posible para que así fuera... He escuchado algunos casos: personas mordidas por ratas en su propio inodoro... ¿Sabía que las muy hijas de puta pueden sobrevivir horas debajo del agua y luego salir allí donde ven luz?
Hablé al respecto con un amigo fumigador antes de atreverme a sentarme nuevamente y junto nos encargamos de rellenarlo con abundante veneno, insoluble al agua... Por mi parte registre el desagüe y las cañerias adyacentes.
¿O para que soy sanitario acaso? Porque no se si le mencioné : esa es mi profesión... ¿Lo hize?...
Bueno, como sea , allí encontre la explicación lógica que la mente de un habitante de este casi siglo 21 necesitaba y decidí luego de unos días de pedir el baño prestado a mi vecina, volver a cagar en mi viejo y entrañable inodoro celeste.
Rata o lo que fuera, según me aseguró Pedro el fumigador riendo, o estaba muerto , o se habría ido a buscar culos mejores... De todas formas le confiezo que debí dominar el miedo antes de volver a apoyar el "traste" en aquel lugar, pero lo hice... Pasaron los minutos... Y nada... De hecho defeque sin problemas...
Y allí comenzé a sentir los ruidos. Traté de dominarme, traté de pensar que debía esperar,serenarme... Sentí el ruido y algo viscoso acarició mis nalgas.
Me incorporé y lo ví. Cuando se lo describa entenderá porque corrí con los pantalones aún bajos, lo cual generó mi caida en la puerta del baño mismo...
¡LO VI!
Era clara su forma y si aún no piensa que estoy loco, creo que muchos de sus lectores lo pensaran en caso de que decida publicar esta historia...
Era un feto, sí, un horrible feto, cubierto de excrementos e hilos verdosos... En su enorme cabeza deforme, especie de calva, se podían observar lo que parecían heridas. Abria su pequeña boca llena de diminutos y afilados dientes, por entre los cuales brotaba lo que parecía ser sangre, pero oscura. No supe lo que era pero evidentemente no se trataba de una rata... Era lo más parecido a un feto humano que he visto en mi vida e incluso logre escucharlo...
Tenía una voz muy suave, casi inaudible, mezclada con llantos que le erizarian el pelo a cualquiera, parecidos a los sonidos que suelen emitir los gatos en los tejados durante sus períodos de celo...
Murmuró una y otra vez:
-INOS... INOS... INOS...
Una de sus pequeñas manitos, como garras, se aferraba al borde del inodoro intentando arrastrar al resto de su ponzoñoso cuerpo fuera y en ese momento no pensé en otra cosa que escapar, sí, escapar de mi propia casa... Así a medio vestir, con el "traste" sin limpiar siquiera, aunque no supiera hacia donde huir... Sólo supe que no regresaría jamás: ¡al diablo el apartamento, los vecinos, al diablo todo!...
Busqué una explicación lógica... No la encontraba... ¿Se trataría de un feto arrojado al inodoro por una de esas hijas de puta, o directamente putas, que los paren y los tiran al desagüe porque no los quieren? Algún colega me contó algun caso semejante... Pero ¿cómo llegó a mi inodoro, me quiere decir?... Ya se lo dije: geográficamente es posible, es posible que llegue a cualquier maldito inodoro en el mundo entero... Pero: ¿cómo sobrevivió?
No tuve otra idea que subir mis pantalones allí mismo, en el corredor del edificio donde solía vivir, ante las miradas de un par de vecinos que habían escuchado mis gritos, sucio y todo, y concurrir a la seccional policial más próxima...
El comisario de la misma fue tajante en su conclusión: consumo de drogas probable o más posiblemente locura temporal. Los invité a concurrir a mi apartamento y comprobar por sí mismos la veracidad de lo que afirmaba y al cabo de horas de súplicas dos agentes accedieron a mi petición con autorización de su superior y una propina mía de por medio.
¿Que rastro podrían hallar?
Un water sucio de algas, mierda por todo el piso, sangre... Nada que no se pudiera explicar en dos lineas de un parte policial:
"El hombre es sanitario, se tomó unas copas de más, destapaba el water de su casa donde habrá arrojado algunas hojas de acelga que vomitó de la "pascualina" del mediodía y sufre no solamente de hemorroides sino también de alucinaciones..."
Caso cerrado...
Pero ya no regresé a dormir a ese lugar: créame, no lo hubiese hecho ni por todo el dinero del mundo. Alquilé una habitación en una pensión cerca de la "Ciudad vieja", y "cañas" y "grapas" mediante traté de olvidar el asunto... No fue fácil, no. Sobre todo a la hora de ir al baño. Trataba de tranquilizarme pensando que en todo caso "aquello" sólo era capáz de aparecer en el baño de MI apartamento... ¡Pero explíqueselo a mis genitales, que aún tenían las marcas de mi primer encuentro...!
Por Dios... ¿Qué diablos era aquello? ¿Que hacía un feto deforme y con dientes que evidentemente no eran de leche buceando por entre las cloacas, mordiendo las partes intimas de los ciudadanos honestos?... ¿era el mundo inferior que buscaba venganza por todas aquellas veces que en mi vida de plomero lo había invadido? Fue allí que decidí investigar a fondo. Yo sabia que no estaba loco... Sabía lo que había visto... Pero necesitaba explicarme el fenómeno de alguna forma para convencerme de ello y convencer a los demás.
Me dirigí a la biblioteca nacional... Busque la palabra INOS... Nada... Ni en periódicos, ni en revistas , ni en diccionarios ni nada. Busqué en las revistas amarillistas, sensacionalistas... Sí, como en la que usted trabaja, y discúlpeme por el término. ¿Que es un periódico serio...? Bueno. Usted sabe... De esas que se llaman "Mundo Insólito", "Decimotercera dimensión", "Más alla del más acá", que se yó...
Con ese material tuve más suerte. Tres noches sin dormir me permitieron encontrar por fin un artículo y luego otro, y otro... Informes desde México, desde Chile, desde Estados Unidos... Mire: aún guardo algunos recortes:
"Una mujer fue brutalmente mutilada en su propio baño en Guadalupe en el año 1986. Cuando la policia llegó sólo murmuraba la palabra "INOS,INOS"...
Lo atribuyeron a un maniático y probablemente al desvarío de la pobre tras el ataque. "Un niño fue literalmente castrado en Santiago de Chile mientras hacia sus necesidades...." Lo atribuyeron a una rata, como la que un servidor tuvo el gusto de quitar para desatascar una cañería en cierta ocasión que le conté... Pensé también en muchos de los casos atribuidos a estos asquerosos roedores... Tal vez estábamos siendo injustos con los mismos, acusándoles falsamente de ocasionar daños que "algo" diferente había causado...
Más aún..Recordé un conocido dato. Usted debe saber que el baño de una casa es el lugar donde más accidentes se sufren de acuerdo a las estadísticas... ¿Cuántos de esos golpes en la cabeza, de esos resbalones, fueron provocados por una desesperada huída... por el pánico de verlo a él... a ese ser que murmura "INOS", "INOS"... sin cesar?
No me pregunte como es capáz de nadar cientos y miles de kilómetros de un país a otro, de una cloaca a otra, y asomarse luego a traves de los inodoros: le repito que no sé si se trata de un solo ejemplar o de una especie. Pero la cuarta noche desde el suceso, la única en que conseguí por fin dormir, una pesadilla espantosa me dio una teoría al respecto:
"Estaba en un sitio oscuro, abrigado, caliente y flotaba... De pronto una luz se abrió ante mí. Sentí miedo, terror. No sabía quién era, ni qué era... Pero la luz me llamaba. Lloré con todas mis fuerzas mientras me acercaba hacia ella, mientras salía a un mundo brillante que me cegaba... Algo sostuvo mis pies con fuerza y entonces escuché otro llanto, era el de una mujer que me sostenía por los pies... Bajo mi un blanco, sucio y maloliente inodoro. Lo reconocí, como reconocí las intenciones de la mujer. Y comprendí lo que era. Era un feto, un asqueroso feto recién nacido...
Las manos de la mujer me soltaron... Era mi propia madre... Mi cabeza fue lo primero que chocó contra la loza fría y luego sentí el ruido del agua que me inundaba... No terminé de escuchar la primer palabra que llegaba a mis oídos en ese mundo al cual recién asomaba: "INODORO"... Eso decía la mujer mientras me empujaba a través... Sólo escuché una parte de la misma: "INO......"... SSSSSssssssssssshhhh......
Ni "mamá", ni "papá"... Sólo Ino......SSSSSssssss........ La cisterna, el tunel que me arrastraba a las tinieblas, al excremento, a esa enorme red mundial de inmundicia y horror..." Fue espantoso. Pero desperté... Ignoró si fue la sugestión. Estaba bañado en sudor. Ignoro si la criatura estableció algún contacto mental conmigo y me dio cierta explicación acerca de su origen... tal vez me conociera, tal vez me haya visto en más de una ocasión mientras bajé durante el desempeño de mi profesión a las cloacas y a los desagües... Tal vez fue una conclusión tomada por mi inconsciente directamente de mis temores más profundos... Lo ignoro...
¿Cómo sobrevivió? Quién sabe... Muchas cosas se arrojan al inodoro a diario... Preservativos, productos químicos, bebés... Quién sabe qué pueden producir ciertas mezclas de tantas cosas que desconocemos... Sólo sé lo que hice a continuación... Corrí hacia el baño de aquel sucio hotel, me acerqué al maloliente water, me arrodillé, metí mi mano dentro dispuesto a acabar con la criatura:extraterrestre, duende ,feto mutante o lo que fuera...
Sólo hallé excrementos y paños higienicos... Me incorporé... Comenzé a patear aquel inodoro a gritar... Me sujetaron entre varios inquilinos y en pocos minutos los hombres de blanco estaban allí a mi lado, colocándome una de esas cómodas camisas sin botones y una de esas "generosas" agujas en el cuello, cargándome a la fuerza en una ululante ambulancia.
Pero juraría que escuché detrás de mi su risa mientras me llevaban... La risa de un bebé, horriblemente distorsionada... La risa de INOS. Una risa triunfal y paciente...
Me trajeron aquí... Al manicomio. Les conté exactamente lo que ví. Pero por supuesto no me creyeron, y dudo que usted lo haga. Pueden creer que a partir de la célula de una oveja fabriquen una réplica exacta y la llamen "Dolly" o que con una pastillita color azul un viejo de noventa años pueda volver a fornicar, pero mi historia no la pueden creer... Por que sólo soy un sanitario... Para usted soy sólo una nota curiosa en uno de esos pasquines... Pero se lo suplico: permítame el beneficio de la duda e informe a sus lectores que sean precavidos... Que observen la taza de su inodoro antes de sentarse y estén atentos al menor ruido... Él se alimenta de nosotros, ¿sabe?... De nuestra carne. Y si lo que soñé es su origen, si la energía que lo mueve logró transmitirme su dolor, puedo decirle que tiene mucho odio... No sé como sobrevivió, pero tiene mucho odio, tal vez sea este mismo sentimiento lo que le mantiene con vida...
¡¡Haga que lo investiguen por favor, usted es la prensa, usted puede hacerlo....!!
Espere no se vaya aún... No he terminado... se que vienen ellos los hombres de blanco...¡¡ESPEREN, DIJE!!!
Quieren pincharme con esas agujas y lllevarme al baño, ¡AYÚDEME!.. .Dicen que no está bien que cague en el patio o en mi cuarto... No se vaya... ¡¡¡No los deje!!! Por favor, se lo suplico... Yo le dí mi historia... Usted debe ayudarme, señor periodista... Usted tiene que creerme... No nooooooo, no estoy loco... ¡No quiero entrar en ese baño!... Escucho su risa... ¿No la escuchan ustedes acaso?...
¡¡¡Me está esperando en el baño !!! ¡¡Por favor!! ¡¡¡Ayúdeme!!! Usted no quiere la verdad , ¿no? Sólo quiere una historia creíble para sus lectores... Por favor... ¡¡Suéltenme!!
¡Mañana pensarán que se trató de un suicidio!... ¡¡Que me mutilé yo mismo con la loza, como el paciente de la sala 12 que encontraron ayer!!!
Gerardo Bloomerfield, México © 1998
http://start.at/horror
horror@montevideo.com.uy
Gerardo Bloomerfield nació en 1974 en la ciudad de Montevideo. A temprana edad su atracción fue por las películas y relatos de horror, como las del célebre ciclo del canal 4 local "Al filo de la medianoche" (hoy día "Viernes 13"). Su primer gran pasión en el género literario fue Edgar Allan Poe y en la temprana adolescencia descubrió a Robert Bloch, el reconocido autor de Psicosis que se transforma en su mayor influencia: relatos amenos,casi diálogos con el lector o enfermizos monólogos en primera persona plagados de simplezas y reflexiones "como de bar", así como sorprendentes finales reservados para la última frase o incluso la última palabra, son los rasgos donde se hace más patente dicha influencia, aunque lógicamente son reconocibles en cada historia las singularidades de su ciudad natal: sus costumbres, sus mitos, sus expresiones y sobre todo su carácter. En 1998 participó, en representación de Uruguay, en el Primer encuentro virtual de escritores en lengua española. Ha editado en su país una recopilación de 12 relatos de horror titulada "¡Dormirás con la luz encendida!" y firmado un contrato con la editorial ORBI de México para participar en el año 1999 en la antologia Escritores de terror de fin de siglo. La escritora Lourdes Urrea (México), autora de la serie Cuentos de escalofrío, le dedicó uno de sus libros llamándole "uno de los méjores escritores contemporáneos de horror". El escritor chileno Waldemar Dante Fuentes le llamó "el (Horacio) Quiroga de fines de siglo"... El escritor uruguayo Jorge Majfud, mencionó que Gerardo Bloomerfield "ha logrado en el arte lo que otros en política... el horror de los pueblos". A través de la red, Gerardo Bloomerfield , como un Lovecraft contemporáneo, ha fundado y dirige el Círculo de Bloomerfield, una asociación de seguidores (algunos escritores) de su obra, la cual cuenta a la fecha con casi medio centenar de asociados de toda Iberoamérica... Su obra literaria , aunque breve, se ha difundido rápidamente por los países de habla hispana... Gerardo es además compositor y plástico."
Comentario del autor sobre el cuento:
"El Inodoro... Pasamos sobre él casi la décima parte de nuestras vidas: defecando, leyendo, masturbándonos... Ocultando sobre ese tunel de miseria e inmundicia nuestras más profundas intimidades, nuestros más escabrosos deseos y pensamientos... Tal vez sea por ello que uno de los primeros síntomas de la Paranoia sea mirar dentro de él antes de sentarnos por un momento a olvidarnos de la realidad de una forma u otra... Tal vez sea sólo por eso... OJALÁ sea sólo por eso..."
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