Gran cuento. Me gusta su ambigüedad, lo amplio y sugerente del simbolismo de estos bichos que
se van metiendo en la casa. Hay que ver lo que da de sí esto de los sueños... Es extraño que
tendamos a atribuir los sueños a una causa externa cuando son producto de nuestra mente, con
qué facilidad nos engañamos a nosotros mismos, ¿no?
Juan Gimeno, España