UFF! Es tan raro darse cuenta cómo los traumas nacionales, los de mi América Latina y también los de otros paises más "desarrollados", continúan encontrando nuevos ritmos, nuevos sonidos que los reviven como temas de inspiración.
El cuento me pareció en verdad hermoso, hermoso por la limpieza de su entorno y de lo narrado, como si la sola historia, relatada para ser conocida, tuviera un valor propio al que no le hacen falta los adornos.
Es difícil hablar sobre estilos en una traducción, sin embargo, gracias a quienes nos permiten a los hispano parlantes leer este cuento.
Rodrigo, Chile