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Es impresionante ver como Balzarin trasciende la trivialidad de un evento aparentemente tan irrelevante para atrapar al lector en una trama que sencillamente no se puede soltar hasta llegar al final. Y lo entrega sumergido de pronto en un mar de magia que no se sabe ni de donde salió.
Vale la pena ponerle mucha atencion al sutil oficio puesto en práctica en esta obra fulgurantemente moderna, donde la forma vuela muy lejos por encima del contenido.
Mauricio Ventanas, Costa Rica, spoerl@sol.racsa.co.cr

Chapeau. Muchas veces había pensado en escribir algo similar, porque el ruido de los papelillos de los caramelos en los conciertos es algo que me inquieta, pero no creo que lo hubiera hecho tan bien.
Elena Buixaderas (España-Rep.Checa), buixader@fzu.cz

Es un cuento estupendo, con un ritmo rápido y un final sorprendente y de alguna manera cómico. Sólo tengo un problema con la forma, en las últimas líneas, todo parece estar pasando, tiene duración en el pasado, como demuestra el uso de imperfecto en los verbos, y de repente aparece "trató" y el flujo de la narracion cambia, creo que "trataba" hubiese resultado mejor, al menos para mí personalmente. El uso repentino de "trató" me desconcerto tanto que tuve que releer varias veces el final que, intuyo, se supone que se ha de captar rápidamente.
Anónimo

No estoy de acuerdo en lo que comenta mi antecesor "anónimo", ya que pienso que el verbo "trató" lo utiliza para que nos hagamos a la idea de que intentó hacerse con el bullício que se creó en la sala, sin llegar a conseguirlo.Por lo tanto se dio por vencido. Si hubiera puesto "trataba", habría cambiado el significado de lo que realmente querría describir el autor en su obra. No en la tuya.
Anónimo

LO FELICITO, AMIGO, pero me pregunto ¿Qué pasaría si en vez del Concierto de Beethoven,el personaje hubiera estado en un "Concierto" de los Backstreet Boys ó quizás de los Redonditos de Ricota..? Ocurre que soy Músico (42 años de profesión sinfónica) y me inquieta el hecho de que se nos va considerando cada vez más"objeto de museo". Ahora leo su cuento, que alude a un pequeño gran detalle habitual en los miles de conciertos en los que participé hasta ahora (el último fué anoche), y me vino esa pregunta, que con todo respeto le arrimo pensando que a lo mejor le inspira otro cuento tan BUENO como éste... Sinceramente, y a sus órdenes, Elvio Di Rito.
Elvio Di Rito--Argentina-Santa Fe-S.J.del Rincón, elviodir@arnet.com.ar

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