Regresar al cuento

Me gusta cómo el cuento va aclarándose y creciendo en cada párrafo. Es una bella historia de fantasmas.
José Luis Martín, España

Me recuerda al relato pausado de Hemingway en El viejo y el mar, prestando atención extrema a los detalles al mismo tiempo que se enmarca la acción en relación con la revolución cubana de Fidel. Las referencias a Reinaldo Arenas y la relación íntima entre los hombres impregnan la historia de un homoeroticismo que se intuye. Con esta historia, Frederick vuelve a los lugares comunes de su Cuba natal, narrando bellamente una historia humana de la vida cotidiana en la que dos hombres se encuentran y sueñan con un futuro de lo que puede llegar a ser.
Jorge Abril Sánchez, New Hampshire, USA

Es precioso cómo el protagonista del cuento "El falso pescador" viene siendo la novela y cómo esta sirve de vínculo entre los dos personajes que parecen converger en uno solo. Igualmente, en el cuento los deseos de Reinaldo no se cumplen al final sino más bien con su novela ya que en vida Arenas pocas veces supo lo que era amar a contrapelo de sus efímeras aventuras sexuales. Se diría que su primer amor fue la escritura. Pero podría ser que a través de la misma sostuvo su relación con Cuba al igual que los personajes que dicen no ser de la isla o de sus regiones particulares, lo cual va a la par de sus vínculos con Nueva York como meca urbana en contraste con el ambiente tropical de los pescadores y el apego de estos al mar. Se crea una atmósfera de lejanía y desapego mientras que los personajes se van acercando más y más el uno al otro por medio del interés artístico y el deseo. El cuento de de Armas es un homenaje a Arenas, por tanto al arte, al deseo y a la ya casi irreconocible patria cubana.
Ebenezer Concepción, PhD, Cleveland State University, USA

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