Un cuento simple pero muy inteligente.
José Luis Martín, España
Me encantó tu cuento, excelente, yo que fui vendedora muchos años en una empresa importadora, me dí cuenta que con solo observar un poco más a los otros, no como clientes sino como individuos, te hace ser un gran observador de gestos y terminas siendo psicólogo. Genial tu cuento.
Sula Stagnaro, Argentina