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ENTREVISTA REALIZADA
VÍA INTERNET
POR GRAHAM MEYER
grmeyer@princeton.edu






ERNESTO MALLO: En principio me agradaría dejar establecido que en esta cuestión de escribir, el autor, es mi caso, no sabe muy bien de dónde saca lo que pone en papel. En mi experiencia, muchas veces un lector avisado encuentra significados en los que no había pensado, y sin embargo están allí. Esto me ha sucedido con tus preguntas sobre San Guacamole. No cabe duda que escribir es mucho mejor cuando hay lectores del otro lado. Obligan al autor a reflexionar más profundamente sobre su trabajo y, es de esperar, contribuyen a mejorarlo. Es por ello que el escritor debe siempre estar agradecido a sus lectores. Abundando sobre la cuestión, creo que en definitiva un escritor (o cualquier otro artista o persona que hace de la expresión su medio) no es sino un testigo de su época cuya tarea consiste en detectar las señales que rondan en su medio ambiente y ordenarlas según su personalidad, historia, formación, etc. En lo personal, más que a un ordenamiento racional, me inclino por realizar un tipo de ordenamiento inconsciente. Con frecuencia me empeño en ser lo más permeable posible a aquellas señales, sin tratar de intelectualizarlas o razonarlas demasiado y un día, como por arte de magia, se concretan en una historia. Esto comporta sus riesgos. Vivimos en un mundo que se caracteriza por su crueldad y, habitualmente, las señales que llegan son terribles. Pero, y esta es otra consideración personal, sin riesgo no hay arte. Vayamos a las preguntas:

PREGUNTA: ¿Por qué está destruyendo los libretos MGM? El cuento dice "para convertirlos en el mayor estudio cinematográfico del planeta", es decir, ¿que la destrucción de los recursos no utilizados fortalece a una entidad? ¿Hasta qué punto es una parodia del sistema del mercado libre y el papel del monopolio?
RESPUESTA: Los takeovers, las fusiones y demás operaciones que afectan a las grandes empresas traen aparejada necesariamente una importante cuota de destrucción de todo o parte de eso que los "científicos" del mundo de los negocios llaman "cultura de empresa", si es que tal cosa existe. Ese tema en sí mismo da para mucho, pero por el momento, y para el cuento, lo tomo literalmente y digo que sí existe. Normalmente los ejecutivos de tales empresas vienen con grandes ideas renovadoras, ya que lo "novedoso" parece haberse erigido como un valor absoluto, y gran energía destructiva, so pretexto de que para construir es necesario destruir. Normalmente, por formación, estos seres sienten muy poco aprecio por lo viejo, por los testimonios de otras épocas. Si tales ejecutivos hubieran existido siempre es posible que hoy no podríamos gozar de las pirámides de Egipto, por citar sólo un ejemplo. En cuanto a tu afirmación de que "la destrucción de recursos no utilizados fortalece a una entidad", eso está por verse en la vida real y en el cuento no se verifica. ¿Hasta qué punto es una parodia del sistema de mercado libre y el papel del monopolio? Creo que más bien se trata de una satirización de los conceptos empresarios que se han transformado en verdades incuestionables para precisamente cuestionarlas. Una verdad única, la historia lo demuestra, siempre ha sido muy peligrosa.

PREGUNTA: Hay muchas parodias en el cuento. ¿Es esto una parodia del mundo moderno en general o es una parodia política específica de los EEUU y su imperialismo?
RESPUESTA: EEUU, la nación más poderosa de la tierra, lo es porque ha desarrollado una cultura del pragmatismo y la inmediatez. Creo que su mayor éxito ha sido y continúa siendo, la exportación de su cultura. En este sentido podemos afirmar que en el cuento se satiriza al respecto de la sociedad de los EEUU, pero más estrictamente, y creo más interesante resulta apreciarlo desde el punto de vista de la forma en que otras culturas adoptan la de los EEUU y, de paso, de una mirada doble: la mirada latinoamericana que opina sobre la mirada norteamericana que opina sobre la latinoamérica. El nombre del cuento "San Guacamole" apunta a esa mirada norteamericana que, con su formación pragmática, muchas veces sólo aprecia los gruesos trazos del pintoresquismo regional y, a la vez, la respuesta latinoamericana que consiste en adaptarse a esa mirada. El problema de la "identidad nacional", es siempre un problema de los pueblos periféricos y, muy poco, de los países centrales que afianzan su propia identidad en la conquista (armada o cultural) de otros pueblos. Eso que llaman imperialismo. El imperialismo es vocación de todos (o casi todos los pueblos). Dicho como insulto, imperialismo, es una expresión de resentimiento por no tener el poder suficiente para ejercerlo. Los pueblos dominados han demostrado una clara vocación imperialista toda vez que tuvieron oportunidad de dominar a otros. De ello hay millones de ejemplos.

PREGUNTA: Los nombres de Henry Ramírez Sepúlveda y Heriberto Sepúlveda Ramírez aparecen cerca en la historia. ¿Es solamente un efecto cómico o es también una burla a la promesa de Hollywood de hacer estrellas de los artistas modestos? ¿O tiene otra significancia?
RESPUESTA: El doble apellido (paterno y materno) es una tradición en casi toda latinoamérica, Argentina es, creo, la única excepción. Esta tradición proviene del interés en evidenciar que el sujeto ha tenido padre conocido, los bastardos llevan sólo un apellido, el de la madre. Es un visaje cómico (no lo llamaría efecto) y también es una burla a la promesa Holywoodense. Debe tener alguna otra significación, pero no sé cuál sea, si se me ocurre algo te lo haré saber.

PREGUNTA: La elección de Tony Curtis como símbolo de todo lo artificial en Hollywood es interesante. ¿Qué razones hay para esto? ¿Hasta qué punto representa Tony Curtis los embajadores en general? ¿Pensaba en alguna película en concreto?
RESPUESTA: Tony Curtis, como Doris Day y muchos otros actores de Holywood fueron representantes cabales del "american way of life". Algo equivalente se ensayó en latinoamérica con el "ser nacional". Productos híbridos y edulcorados que se pretendió imponer como modelos de hombre y de mujer sobreadaptados a las reglas. Como bien dices son personajes que simbolizan todo lo artificial. Un remedo jactancioso de la cultura de lo apolíneo despojado de su lado oscuro y vital. Tony Curtis representa a un ser que no existe y que no podrá existir jamás, los embajadores suelen ser seres mucho más densos y menos inocuos. No pensaba en ninguna película en concreto, sino más bien en un estilo.

PREGUNTA: ¿Hay alguna conexión entre el director Sam Fuller y la palabra española "fullero"? En caso de ser así, ¿de dónde vienen las mentiras y los estereotipos que propaga Fuller en la pintura de latinoamérica?
RESPUESTA: Elegí a Sam Fuller porque me cae simpático. Porque fue un director en las antípodas de lo que hemos dicho sobre Tony Curtis. Ahora que lo pienso, quizá el motivo haya sido equilibrar la crítica a la sociedad americana estableciendo que produce también creadores valiosos y valientes. Es probable que quisiera dejar establecido que mi crítica a la sociedad norteamericana no es absoluta ni generalizada. Ninguna conexión entre Fuller y fullero, no es una palabra de uso corriente en Argentina ni en mi vocabulario.

PREGUNTA: ¿Qué significancia tiene los bananeros? -- ¿por qué son precisamente bananeros con lo que se hace la población del pueblo?
RESPUESTA: En latinoamérica, es probable que provenga de algún epíteto norteamericano, se les llama sociedades bananeras. Ello proviene de que muchos países limitaban su economía a la producción de materias primas que la naturaleza prodiga sin demasiado esfuerzo. Se les llama repúblicas bananeras a aquellas que adoptan una actitud servil respecto del imperio y cuyos gobernantes corruptos se eternizan produciendo bananas para el imperialismo mediante la explotación de sus ciudadanos. El obrero bananero está en uno de los peldaños más bajos de la escala social. Es un símbolo del desamparo. El poeta Nicolás Guillén, en alguno de sus poemas ensalzadores de la revolución cubana, habla del "desamparo de la banana".

PREGUNTA: ¿Es la desaparición de San Guacamole una previsión del futuro de ciertos regímenes políticos o sociedades?
RESPUESTA: No, no lo es. Es una realidad cruel. Es muy común en latinoamérica que los asentamientos de los pobres se realicen en lugares de extremo riesgo, como las laderas de los volcanes o de los morros en Brasil. Sitios en los que nadie quiere vivir por la amenaza constante de ser sepultado bajo un alud de barro provocado por lluvias tropicales o erupciones. Esto sucede a cada rato, y no es gracioso. Pocos días después de haber publicado este cuento la cosa sucedió en algún lugar de centroamérica, provocando la desaparición de un pueblo entero, miles de muertos y heridos y pérdidas de todo tipo. En la TV apareció un informe sobre los hechos que incluía una filmación de la muerte de una niña de doce años que había quedado atrapada entre las ruinas. Lo cierto es que ese programa me dejó profundamente dolorido y me hizo sentir que había tratado un verdadero drama con excesiva frivolidad.

PREGUNTA: La americanización es un tema del cuento. ¿Hasta qué punto quiere decir Ud. que la americanización es mala? San Guacamole es destruido por el volcán, entonces, siempre va a perder el movimiento de americanización, o ¿es un sueño de Ud. que perdería en todos casos?
RESPUESTA: La americanización no es buena ni mala. Es ridícula. Como lo es la actitud de cubrirse la calva con una peluca. Creo que la historia demuestra palmariamente que todas las revoluciones son traicionadas puntualmente. Mi pensamiento es que contra la aculturación, esto es la adopción acrítica de modos de pensar, sentir y expresarse que no reflejan nuestra realidad, hay una sola barrera: el fortalecimiento de la cultura propia. Y esto tiene un sentido práctico. Cada cultura tiene sus taras y también su sabiduría. Normalmente se adopta lo primero y se relega lo segundo precisamente por falta de crítica. Somos rápidos en adoptar los "fast foods" tipo Mc Donald's y muy rehacios a asumir las defensas de nuestros derechos como ciudadanos. Las comidas rápidas, se sabe, son un veneno en la sociedad norteamericana, la defensa de los derechos de los ciudadanos es una de sus más destacadas virtudes. La pregunta es: ¿Por qué tenemos tantos Mc Donald's y tan pocos defensores de los derechos?. El sueño de la revolución es, en realidad, una pesadilla. Pensemos en todas las víctimas de la Revolución Francesa, de la Rusa, de la China, de la Cubana, de la Revolución Industrial, por más virtudes que hayan podido tener.

PREGUNTA: Es una contradicción aparente que haya guerrillas en la película, que no es una representación del mundo latino real, y hay guerrillas en el "verdadero" San Guacamole también. ¿Por qué hay esta dicotomía en el cuento?
RESPUESTA: No veo contradicción alguna en el hecho de que en un país latinoamericano haya guerrillas. La guerrilla es parte de la vida latinoamericana, desde épocas precolombinas hasta el día de hoy. Los aborígenes peleaban guerra de guerrillas contra los españoles, ha habido grandes movimientos guerrilleros en la década del 70 en toda latinoamérica, subsisten hoy en muchos lugares con mayor o menor intensidad y hasta los narcotraficantes se organizan bajo modelos guerrilleros y, en muchas ocasiones, en Colombia, por ejemplo, se unen narcos y guerrilleros políticos. En la película que se relata en el cuento hay guerrilleros, pero esta es nuevamente la mirada norteamericana que cuando la guerrilla es contra un "enemigo" de los EEUU es buena y cuando lo es contra un "amigo" es mala.

PREGUNTA: La antorcha en la película "El Planeta de los Simios" demuestra a Charlton Heston que está en la Tierra después de una guerra nuclear. ¿Significa la antorcha de Tony Curtis un entendimiento o término similar?
RESPUESTA:La antorcha de San Guacamole guarda un relación distante pero cierta con la de la Estatua de la Libertad. Pero lo que para los norteamericanos es un símbolo de un anhelo real, para los latinoamericanos adquiere las proporciones de un evento mágico. El pensamiento mágico es parte de la realidad latinoamericana, como lo es de los pueblos primitivos y de los niños. Para el Charlton Heston de "El Planeta de los Simios" el descubrimiento de la antorcha es una revelación de la verdad, mientras que para nuestros Sanguacamolenses es la renovación de la esperanza y el mito.

PREGUNTA: ¿Tiene importancia el nombre Syd Field?
RESPUESTA: Syd Field no tiene más importancia que la que él mismo tiene en la historia de la cinematografía. El dato, creo, es incluido para agregar verosimilitud a la historia. Es como un ancla que no permite que el cuento se vaya al garete.

PREGUNTA: ¿Qué significanc los científicos que debaten la existencia de San Guacamole? ¿Es una burla de algún tipo de intelectuales en concreto?
RESPUESTA: Los científicos representan al mundo académico entendido como los "propietarios" del saber que pretenden reducir al mundo a un conjunto de conceptos racionales y "entendibles". Es una burla a quienes pretenden envasar la realidad entre las paredes de un claustro mientras, como decía Milan Kundera, "La vida está en otra parte".

PREGUNTA: ¿Tiene San Guacamole alguna conexión con la realidad política de Argentina en los 90 o con su historia reciente?
RESPUESTA: No hace mucho tiempo el Presidente Menem recibió a algún alto funcionario del gobierno norteamericano a quién se invitó a dar una conferencia en el Salón Blanco de la Casa Rosada (sede del gobierno). Allí, el asombrado funcionario, vio a sus espaldas un cartel ovalado con el dibujo y el nombre de la casa de gobierno imitando a la perfección el que se utiliza en la Casa Blanca. Este fue el disparador del cuento San Guacamole. Nuestro gobierno es de una enorme simulación, copia lo peor en su afán de dar señales claras de alineamiento con los EEUU, y esto le sucede porque nuestros gobernantes adolecen de una inmensa falta de cultura y pensamiento histórico. La Argentina, y particularmente la ciudad de Buenos Aires va transformándose día a día en un decorado complaciente que los argentinos estamos obligados a habitar. Copiamos los tics y las manías, pero ninguna de las virtudes. Creemos que así, mágicamente los EEUU darán ayuda y alivio a nuestros males ignorando que las soluciones sólo podrán provenir de nosotros mismos. Como los aborígenes de la época de la colonia, seguimos comprando cuentas de colores. No en vano nuestro presidente se cubre la calva con un peluquín.

PREGUNTAS ADICIONALES FORMULADAS POR AGNES DIMITRIOU:
agnesd@socrates.berkeley.edu

PREGUNTA: ¿Cómo ve usted la relación entre ficción, historia y periodismo? ¿Cree usted que algunas veces la ficción puede revelar más acerca de un asunto del mundo real que lo que se incluye en un artículo de periódico? ¿Cuál cree usted que es más efectiva para reflexionar sobre la realidad y por qué?
RESPUESTA: Creo en primer término que en el momento en que una persona escribe sobre un hecho, ya está haciendo literatura, en alguna medida, está haciendo ficción. La palabra escrita no es la realidad es una abstracción, una interpretación de los hechos. La literatura ha sido siempre un material de primera calidad para entender el pasado, la literatura es siempre pasado, aún la de ciencia ficción o futurista. De modo que tiendo a considerar la ficción, la historia y el periodismo como literatura. La clasificación es una cuestión meramente burocrática. No creo que haya una verdadera separación entre estos hechos literarios. Sin embargo puedo decir que los más grandes periodistas que he tenido ocasión de leer han sido también grandes escritores, pienso en García Márquez, en el español Manuel Vincent, en el argentino Borges, por citar sólo a tres contemporáneos. Los ejemplos son innumerables. Igual sucede con los historiadores, pensemos en Homero, sin ir más lejos. Y de paso apuntemos una frase publicitaria que se usa por aquí, el periodismo es la primera versión de la historia. No creo que se pueda generalizar sobre cuál género es más eficaz para entender la realidad. Eso depende fundamentalmente del lector. Lo que sí creo es que vivimos en un mundo fragmentado con una comunicación también fragmentada. Las personas recibimos enormes cantidades de información, pero las recibimos en trozos y con ellos armamos el puzzle que es en definitiva la forma en que cada uno interpreta la realidad. Lo cual nos lleva a la idea de que "la realidad" no existe, o no es accesible, sólo podemos tener percepciones de la realidad, con las cuales nos figuramos nuestro mundo. Creo que lo más efectivo para reflexionar sobre la realidad es reflexionar sobre nuestra percepción, analizar de nuestro mundo cuánto hay de imaginario, cuánto de deseos, cuánto de frustración, en fin cuánto de nuestra subjetividad y cuánto de materia pura. En la ciencia se afirma que "la observación del campo modifica el campo", de modo que esto también habrá que tenerlo en cuenta. El asunto es muy complicado y, como siempre habrá que reducir la información a términos más sencillos, y hablando de literatura, se trata también de escribir sencillo, que es lo más difícil que hay.

PREGUNTA: ¿Qué tipo de lectores tenía usted en mente cuando escribió su cuento? ¿Fue eso un elemento importante en la redacción del texto?
RESPUESTA: Sigmund Freud decía que cuando tenía que dictar una conferencia elegía una persona del auditorio y le hablaba a esa persona. Esto ha demostrado ser muy efectivo en mi caso. Cuando escribo lo hago para una persona en especial. En el caso de San Guacamole lo escribí pensando en mi amigo Jorge Díaz, que fue quien me contó que en Costa Rica el héroe nacional tiene un monumento con una antorcha con la que prendió fuego a la cabaña del tirano. Este relato de mi amigo, junto con otros hechos, se convirtió en el punto de partida del cuento. Nuevamente una percepción de un hecho. Sí, el escribir para alguien en particular es un elemento importantísimo para mí. En mi caso siempre escribo teniendo en cuenta al lector, intentando establecer un diálogo con él. Considero que hacerlo para alguna persona específica me garantiza una buena cuota de intimidad con el lector, lo cual es siempre deseable.

PREGUNTA: ¿Por qué el pueblo se llama precisamente San Guacamole? ¿Tiene algún significado especial el nombre del pueblo?
RESPUESTA: El Guacamole es una salsa mexicana muy picante que se hace en base a avocados y ajíes picantes. En latinoamérica la cocina suele ser de sabores intensos. La conquista de la América española trajo aparejada una extraña combinación de ritos paganos mezclados con los católicos. Así podemos observar por ejemplo la Diablada de Oruro, en Bolivia, una celebración del triunfo del Arcángel Gabriel sobre las fuerzas demoníacas. La Diablada es una procesión de bailarines, en la que yo vi participaban más de 800 personas. De ellas 799 iban vestidas de diablo y una de arcángel. Lo notable es que los trajes de los diablos eran sumamente vistosos y profusamente decorados, en cambio el arcángel, vestido de celeste con una mascarita inexpresiva parecía nada. Esta es la forma en que una expresión popular expresa cuáles son los valores importantes para su cultura, y de paso conformar al establishment ya que era el arcángel quien ganaba la batalla, pero el recuerdo más destacado era el de los demonios. San Guacamole, como nombre une lo picante autóctono y con la pretendida santidad de los católicos españoles. Debo aclarar que todo esto lo he pensado a partir de tu pregunta, pero creo que estuvo presente en forma inconsciente en la redacción del cuento. Otra cosa, para finalizar, también es una burla a las películas y series de espías de la TV que cuando quieren ambientar la acción en alguna republiqueta latinoamericana la llaman San algo.

PREGUNTA: En la literatura latinoamericana hay toda una serie de ciudades imaginarias, como Macondo, Seva y San Guacamole. ¿Por qué cree usted que es tan importante este motivo de la invención de un pueblo imaginario? ¿Qué función desempeña este motivo de la ciudad imaginada en la definición de identidades latinoamericanas que se propone en su cuento?
RESPUESTA: Creo que latinoamérica es un lugar donde la opresión política ha sido una constante. Desde la época de la conquista y la colonización, pasando por los caudillajes y llegando a los gobiernos militares, el latinoamericano ha sido tenazmente oprimido y reprimido, tanto en los aspectos políticos cuanto en los culturales. La imaginación es un buen refugio de la opresión. Uno puede ser reprimido y atormentado o muerto por lo que dice o por lo que hace, pero no por lo que piensa o imagina. En vista de esa tradición es que se ha desarrollado la imaginación de los latinoamericanos. Otro de los motivos suele ser que gran cantidad de latinoamericanos son descendientes de inmigrantes y han venido escuchando relatos de sus padres o abuelos sobre los lugares de origen, así nos hemos ejercitado en construir ciudades imaginarias a partir de esos relatos. Creo que la ciudad imaginada es un lugar mítico donde uno sueña que puede ser feliz. Los españoles de la conquista pensaban en ciudades fabulosas, como El Dorado, una ciudad toda de oro. Pero creo que imaginar ciudades fabulosas es parte de lo humano. Pienso en la Atlántida, en El Mundo Perdido, en el Paraíso, el Wallhala. Creo que tiene que ver con que todos los humanos soñamos con que debe haber un lugar en el que podamos ser felices y plenos. Carl Jung solía preguntarle a sus discípulos ¿qué mito está viviendo usted? El definía a las personas por sus sueños. Siguiendo el hilo de este pensamiento podemos decir que el sueño latinoamericano es aquel lugar mítico donde podamos ser felices, la ironía en San Guacamole es que ese lugar es simplemente un decorado, de allí el final trágico del pueblo. Es que los latinoamericanos seguimos habituados a comprar espejismos y eso es una verdadera tragedia. Cuando terminemos de entenderlo quizá podamos soñar con ser libres y felices en un lugar concreto.


COMENTARIOS DE LOS LECTORES:

Ja,ja,ja,ja...

Ernesto de la Fuente, México, elomnisciente@hotmail.com

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