Este cuento viene a ser una suerte de contestación a la plegaria común entre los familiares de un anciano en estas circunstancias: ¡si pudiera dirigirse a nosotros como una persona sensata por un momento! Nada realista, pero muy gratificante.
José Luis Martín, España
He leído varias veces tu pequeño relato. A medida que he ido leyendo relatos tuyos he ido conociéndote un poco más, porque relatas, no lo vivido, sino lo sentido y eso, querida prima, se nota y pesa como el plomo sobre espalda cansada. Lo que relatas. muy bien por cierto, cubre de negro cualquier hogar, Es una sombra que afecta a todos. Mi abuelo paterno, el héroe de Filipinas, nos dejó de esa manera, sin saber, sin conocer, sin vivir. Continúa escribiendo, porque sabes hacerlo muy bien y sabes llegar a la fábrica de emociones que todos llevamos dentro. Un abrazo gordo.
Ángel Montes Valero
Una metáfora al olvido. Un olvido que se siente en primera persona. Se cuenta en un ritmo adecuado. Gusta.
Marvin Mora