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Creo que se trata de uno de los mejores cuentos que he leído en el proyecto. Un cuento de esos sin pretensiones, en el que sin embargo se van hilvanando los diálogos con una maestría tal que la trama te envuelve sin que puedas parar de leer aunque el final te lo puedas imaginar (no en su contenido sino en su significado cualitativo, es decir, con una historia así, sabes que va a terminar mal, no te esperas que el tipo deje la calle o se gradúe en letras). La autora tiene un manejo bellísimo del dialecto de los barrios bajos porteños, sin exagerar, y produciendo en el lector una suerte de identificación espacio - temporal (más para aquellos de nosotros que conocemos bien esa hermosa ciudad que es Bs. Aires).Me gusta reconocer en la historia una correctísima adecuación al ritmo urbano. No es fácil. También me pareció muy bien logrado el juego de tiempos, la utilización de los hablantes (son cosas difíciles que requieren mucho oficio o un instinto maravilloso) ¿No les recuerda a ustedes algunas canciones de Fito Paez? Once y Seis o aún más, el chico de la tapa que es la continuación .... "El chico de la tapa ayer vendía flores en corrientes, después perdió a su novia en una fría sala de hospita" "Si la policía no lo trata muy decentemente, si los camioneros no lo llevan hacia donde va, el se da la vuelta y mira muy tranquilamente .... con la 32 en el bolsillo ... papel de amar" ....
Raro, una mezcla entre los temas de Fito y algo de la escritura de Borges en Lunfardo, o algunos diálogos de Sabato en el exterminador ....
CRITICA: creo que exageró la autora el tema de los ojos llenos de odio, al punto que encontré ciertas cacofonías por repetición.
FELICIDADES, pocos escriben así de bien
Rodrigo Castillo, Chile, castillo@mnvb.sa.cl

Un cuento que pone de relieve una problemática social de la Argentina, la delicuencia. Excelente forma de expresión de un autor argentino.
Rosana , interfinance@arnet.com.ar

Un cuento triste pero que se deja saborear, sin demasiadas intrincaciones lingüísticas, vocablos deducibles para el lector desprevenido y una vitalidad y un realismo que hicieron imposible levantarme de la silla hasta consumar su lectura. En verdad, me parecío muy bueno. Aplausos para la escritora cubana.
Mario R. Rincón, Colombia, mario_rincon@hotmail.com

Una historia del Buenos Aires que no conozco pero que me gustaría conocer, sus tangos, sus gentes, sin embargo estoy varado aquí en la ciudad de México, quiero conocer Corrientes, el 132 (metro o autobús????), es una historia sentimental patorera, pero que llega al corazón, a la azotea.
Andrés Cortés García, de México, DF.

Estos comentarios son de mi hija Nallely que tambien leyó el cuento: "Me gustó eso de cuando transfería la plata de un bolsillo a otro, pero también me gustó que el mundo de abajo, con amor no es tan feo".
Andrés Cortés García, de México, DF.

¡¡¡SORPRENDENTE!!!LA AUTORA POSEE UNA MAESTRIA EXCELENTE PARA PENETRAR,CON GRANDILOCUENCIA Y PROFUNDIDAD,EN LOS EXTRATOS DE UN DELINCUENTE JUVENíL ARGENTINO A PESAR DE SU CONDICION DE EXTRANJERA.ES UNA LASTIMA QUE NO POSEA LA MISMA CAPACIDAD,O VALOR,PARA DICERNIR ACERCA DE LA PROBLEMATICA QUE CONCIERNE A SU TIERRA NATAL,O ,QUIZAS, PADESCA DE CEGUERA A CONCIENCIA.
OPIANO LICARIO.LIBERTAD

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