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Me parece un cuento excelente, cargado de oscuridad, de sentimientos opresivos, de desesperanza, de burla. Me condujo por sus palabras con el asco y el horror que -creo- el autor quiso imponer en ellas. Además, en estas épocas marcadas por el abuso de poder, la intolerancia y la mediocridad reinante, este cuento es como un desnudamiento y un sarcasmo sobre esas bajezas humanas. Felicitaciones al Sr. Kater.
Fernando Berdichevsky, fberdich@usa.net, México

Es suficientemente gráfico en la descripción de la rutina y la sumisión-alcahuetería de los empleados. También en lo que se refiere al uso y ostentación del poder. Me resulta incomprensible que lo hayan echado después de usarlo durante 30 años. Ni el suicidio es solución porque en el infierno el castigo reside en la repetición circular.
Alejandro José Ramón, aramon37@hotmail.com, Argentina.

Ante todo quiero expresar mi respeto por al autor del trabajo sin que eso sea un impedimento para hacer determinadas reflexiones sobre este tipo de relatos. Ante todo, no creo que sea un cuento, en sí mismo, sino una especie de alegoría satírica, bastante común, que hilvana un par de ideas moralizantes demasiado remanidas y faltas de creatividad. Fundamentalmente, en literatura, se debe sugerir y no "decir" y menos aún -así es mi criterio- expresar ninguna idea de moralidad explícita. La moralina habitual en los aficionados a la escritura es lo que estropea sus trabajos. Entiendo que esto no sea visto así por otras personas que comparten esos presupuestos pero creo firmemente en ello.
Respecto de las cualidades técnicas digo que:
1) el lenguaje está muy poco revisado y es excesivamente pomposo para adquirir connotaciones expresivas: "Tras estirarse ligeramente los escasos cabellos, ensayó un par de veces la sonrisa de ocasión y dio los cuatro golpecitos en la puerta que anunciaban desde siempre su llegada". Obsérvese la falta de consistencia de la frase y la mala construcción. Entiendo que el defecto estriba en la secuencia de pensamiento que ve las oraciones como una adición de cosas en lugar de un todo articulado. Además de la pésima adjetivación.
Veo que no puedo continuar por falta de espacio.
Norberto Olaizola, nor_olaizola@yahoo.com.ar, Argentina

Bastante bueno, sobre todo por la descripción de la sumisión constante a lo largo de los años, sin la cual el personaje no puede vivir. En resumen está bien.
Noris, Venezuela

Muy bueno. La verdad es que es difícil encontrar un relato tan corto y tan completo al mismo tiempo, otros escritores podrían haberse extasiado en el estado de ánimo del prota, pero el autor, sin hacerlo, ha sabido reflejar todo lo que da de sí la historia.
Juan, jpolaino@maslibertad.com, España

Querido Víctor Ricardo: me gustó mucho su relato, especialmente el mensaje de fondo. Creo en las historias que no sólo narran sino que cuentan algo, que van más allá. El abuso de poder -en todos los sentidos- es algo que me causa una rabia tal que me hace morderme los dientes (y mire que es difícil). Hay un algo en su relato que me atrae...¿el qué?: no tengo ni idea...Un abrazo desde España.
Cristina Pérez Cordón (España), cristina@ihvalladolid.com

Muy bueno!. Lo he imprimido para que lo lean mis amigos. Desde Obera - Misiones - Argentina mis felicitaciones y un gran abrazo para el autor.
Ruben LIS

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