¿Qué le inspiró a Ud. a escribir este cuento?
Vértigo se trata de un estado de ánimo, tan real que duele, tal vez se trate de un estilo de vida, o mejor aún, de un estilo de muerte; se trata del vivir y morir sin aspirar a consuelos, sin tragarse explicaciones baratas y estando conscientes de que este mundo no es el mejor de los mundos posibles y de que, al nivel del universo, no somos nada más que polvo estelar y valemos lo mismo que una cuchara o un ácaro. Lo más valioso que tenemos es esa capacidad de trascender aunque sea por instantes fugaces, de crear por encima de nosotros mismos y de cuestionarnos día a día sin ambicionar una respuesta. El resto: la forma del cuento, las figuras utilizadas, el lenguaje... todo esto sólo sirvió al propósito de hacer una especie de crónica de este sentimiento que me asalta con frequencia, de deshacerme de el y escapar de mi mismo por unos preciosos instantes. El día en que lo escribí, lo hice ante un sombrío atardecer y al filo de una colina, por lo tanto mi imaginación no merece tanto crédito en la elaboración de la historia. Generalmente hago cosas más largas pero esta vez se trato de retratar algo muy fugaz, lo escribi todo de una vez y luego no quise corregirlo... esa es la historia de vértigo y en cierta forma la mía propia.
¿Influyeron en "El Vértigo" sus creencias religiosas?
No; definitivamente no hay ninguna influencia religiosa en mi cuento, la historia en el fondo se trata de una búsqueda, una búsqueda de ese algo para el cual no se tienen palabras; y las religiones, según me parece, tratan de explicar ese algo con mitos pobres en imaginación; soy completa y orgullosamente antirreligioso y ateo; creo que las religiones y las utopías políticas ya han cobrado el suficiente número de víctimas para ahondar en ellas.
¿Qué tipo de influencias culturales incluye en su cuento?
Se trata de una difícil pregunta; mi cultura es algo anárquica; en cuanto a literatura y filosofía tengo muchos ídolos: Poe, Henry, Miller, Camus, Ciorán, Borges, Nietzsche, Schopenhauer, el gran Dostoievski, Voltaire... En cuanto a música oigo mucho rock viejo, metal y blues; aunque la música –el arte entre las artes– es un concepto muy amplio y se puede beber su licor de innumerables fuentes: Beethoven, Bach, Mozart, Charlie Parker, The Beatles, los Stones, Black Sabbath, Samael, Hector Lavoe, Paco de Lucía... También me gusta el cine –el buen cine–, el fútbol (al que ustedes los "gringos llaman soccer"), la pereza y la cerveza... En fin, todo esto es para decirles que no sé que pudo haber influenciado mi "escritura", tal vez son muchas cosas y a la hora de la verdad es muy difícil identificarlas.
¿Qué significan el águila y los buitres en el cuento?
Yo, por mi parte, no creo en el águila, más bien creo en los buitres que son testigos de su angustia y su lucha en vano; el águila para mi representa la espera del ser humano de que exista una razón, un principio que de sentido a su trágico destino.
Nos parece que el viento es una representación de los riesgos y peligros de la vida y la posibilidad de morir en cualquier momento. ¿Está Ud. de acuerdo?
El viento es mensajero del vértigo, el viento representa aquellas fuerzas intangibles que nos mantienen en un devenir inútil, acercándonos cada día a la muerte y permitiéndonos observar más de cerca el abismo al que algún día nos uniremos sin haber develado el secreto y la razón de nuestro absurdo destino, precipicio en el que caeremos justamente cuando se debilite el magnetismo que nos une al peñasco que representa nuestro yo, nuestra realidad, la isla de nuestra alma.
¿Cuándo decidió seguir una profesión de autor?
Creo que nunca he decidido ser autor, siendo sincero aún no he decidio ser nada en especial, me aterra la idea de hacer parte del círculo vicioso de la productividad y de los caminos marcados de antemano. Escribo por necesidad, es una manera de exorcizame , es como un proceso digestivo en el que el producto final son mis escritos. De pequeño solía escribir pequeños cuentos dirigidos a mi madre, leía mucho también; más tarde abandoné estas tempranas inclinaciones y me convertí en un adolescente ordinario; luego, ya en la universidad, una noche llegué a mi casa algo borracho y agobiado por una especie de vacío que no podía definir, entonces me senté ante la pantalla mi pc y de allí salió una historia corta que me gustó, se la mostré a uno que otro amigo y recibí buenos comentarios, desde entonces -hace dos años- lo hago regularmente y es de las pocas cosas que de verdad me gusta hacer. ¿Hacerlo a nivel profesional? No sé; primero que todo acá en Colombia es muy duro que se preste atención a un nuevo escritor, es realmente difícil, las oportunidades son mínimas; segundo que todo no sé si tenga la energía necesaria para luchar contra tantos factores adversos, además no sé si lo que tengo que decir sea de mucho interés para la gran masa, me gustaría hacerlo a un nivel underground, creo en la literatura o el arte incendiarios.
¿Cuál es su genero favorito y por qué?
Al escribir me siento mucho más cómodo con el cuento y la historia corta, no tengo la suficiente coherencia para escribir una novela, aunque en el futuro tal vez lo intente. Admiro a los grandes cuentistas como Poe o como Borges, lo que no quiere decir que no adore a los grandes novelistas, por ejemplo al viejo Fedor Dostoievski, sujeto que tuvo la genialidad de escribir obras interminables capaces de absorbeme durante días y noches enteros y de sumime en estados de ánimo impensados. La poesía no es de mis preferidos, tal vez porque es contemplativo, sensiblero y afeminado; sin embargo hago excepciones con poetas como Baudelaire, Coleridge, lord Byron, Rimbaud..., la poesía "maldita" a fin de cuentas.
¿En qué trabaja ahora?
Además de sobrevivir, sigo escribiendo historias cortas, justo ahora estoy tratando de escribir un guión que voy a enviar a un concurso para cortometraje, se me hace difícil y estoy pensando en abandonarlo y dedicarme de nuevo a mis cuentos.
Erin Lamprecht
LocaLady98@aol.com
Craig Smotzer
Smotzer.1@osu.edu