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Se llamará Federico

A mi hijo Federico José, cuyo nombre
me lo jugué con otras cartas.

Federico, sí, ése será su nombre, Federico y no otro, como Federico García Lorca. Cuántas veces había jugado con ese nombre, cuántas veces lo había deletreado, sintiendo jugosamente el encanto de cada una de sus letras, la sonoridad con la que iba inventa ndo infinitas combinaciones de palabras...

La F se le presentaba con una fuerza evocadora irresistible, se le figuraba y contorneaba con la fuerza devoradora del fuego en una fiesta en la que se confabulaban fantasía y realidad.

Entonces entraba triunfante la E de las estrellas, de la esperanza, del encanto escondido y luego emancipado.

Después decidía el destino de la D con la que escribía bien grande DIOS, DOLOR, DESIGUALDAD, DESEO, DITIRAMBO...

Embarazada de espejismos, espejos engañosos, entronizaba a la E con entusiasmo, sin egoísmos ni envidias.

La R le traía la rosa rabiosa de rocío, el runrunear rumoroso del arroyo...

Invisibles ideas iban surgiéndole a medida que instalaba la I en medio de ilusiones e imágenes poéticas indómitas, inflamadas de una impetuosidad incontrolable.

Cuando llegaba a la C su corazón se columpiaba, conmovido por el crepúsculo, callado y sin culpa.

Olvidaba a menudo el nombre de objetos cotidianos pero no ocultaba su predilección por la O con la que cerraba su obsesión onomástica.

Luego venían juegos de nunca acabar:

OCIREDEF: O de olivo. C de camarada. I de idea. R de rosa. E de éxito. D de deletrear. E de Edén. F de Federico.

Tampoco descartaba juegos al buen estilo creacionista. Rompía y descomponía el nombre en sílabas sonoras, combinadas en esotéricas alianzas.

..........................................................FEDERICO........................................................ ................................................................FE................................................................. ................................................................DE................................................................ ................................................................FE................................................................. ...........................................................DE FRIO.......................................................... ................................................................FE................................................................. ................................................................DE................................................................. ..............................................................FEDE............................................................... .........................................................FEDERICO.......................................................... ..........................................................FEDERIC............................................................ ............................................................FEDERI............................................................. .............................................................FEDER............................................................. ..............................................................FEDE............................................................... ...............................................................FED................................................................ ................................................................FE.................................................................. .................................................................F................................................................... ................................................................FE.................................................................. .............................................................. FED................................................................ ..............................................................FEDE............................................................... ............................................................ FEDER............................................................. ............................................................FEDERI............................................................. ...........................................................FEDERIC............................................................ .........................................................FEDERICO...........................................................

En cuanto lo supo, comenzó a leerle poemas de Federico, que recitaba con una voz dulzona, una mano en el libro y la otra en la barriga. A medida que sentía más fuertemente el palpitar de esa nueva vida dentro de ella, aumentaban sus lecturas de F.G.L. En la biblioteca municipal ya tenía un mote y aunque ella lo sabía, se hacía la desentendida. Caminaba decidida hacia las estanterías donde pacientemente la esperaban los poemas de Lorca. Entonces cogía uno de sus libros, y como si no hubiera nadie más allí, recitaba a toda garganta el poema que la había conmovido ese día.

Mamá.
Yo quiero ser de plata.

Hijo,
tendrás mucho frío.

Mamá.
Yo quiero ser de agua.

Hijo
tendrás mucho frío.

Mamá.
Bórdame en tu almohada.

¡Eso sí!
¡Ahora mismo! i

En los corrillos de vecinas era la comidilla del día. Dicen que está chiflada, que el pobre José ya no sabe qué hacer con ella - decía una. Me hago cruces al pensar cómo puede vivir Pepito con una loca - decía otra. Mujer que sabe latín no tiene buen fi n, remataba la lengua más viperina. Y la casa, ¿ha visto usted la casa? en su casa todo está manga por hombro, ¡pobre José! Sí, ¡pobre José! - repetían todas a coro.

No sé qué hacer con mi mujer, está cada día más loca. Desde que empezó a leer a es e chiflado de Lorca, no solo me está volviendo loco a mí sino al pobre bebé que no ha nacido aún. Lorca para el desayuno, Lorca para el almuerzo, Lorca para la cena.¡ Maldito Lorca! Si no fuera porque lo asesinaron y está bien muerto, pensaría que soy un cornudo.

No sé qué pasa con José, desde que le di la noticia de que va a ser padre, lo noto muy cambiado. Ya casi no habla conmigo y yo, dale que dale, como si nada, leyéndole poemas de Lorca para ver si logro despertarle la pasión nuevamente pero es inútil, no en tiende la fuerza poética de una metáfora lorquiana ni por asomo. A veces pienso que debería haberme casado con Jorge. ¡Jorge...! Todavía guardo la rosa roja que me regalaste con el poema "A mi rosa..." en el que querías emular a Federico. ¡Pobre Jorge! Si al menos no lo hubieras intentado -¿a quién se le ocurriría ser otro Lorca?- ahora serías mi marido y nuestro hijo se llamaría Federico Jorge. Pero no, tú insistías e insistías con tus poesías hasta que te diste cuenta de que no podías competir con él. A hora es tarde, Jorge, para volver atrás.

José no sabía quién era Federico pero pronto empezó a mamarlo de mis senos que se abrían en entrega en cada acto de amor... No sabía quién era Federico pero aprendió a vivir sus poemas a través de mí. ¿Qué importaba si no entendía la fuerza poética de una metáfora lorquiana, si era capaz de vivirla conmigo?

Río azul.
El barco de marfil
lleva las manzanas
de los besos muertos.
Manzanas de nieve
con el surco tembloroso
de los labios. ii

¡Federico! ¡Qué nombre para ponerle a un niño! No, ya te he dicho que no, que no quiero ese nombre para mi hijo. Ustedes las mujeres son todas iguales, leen un poema de Lorca, ese ... bueno para qué hablar más.

Todos los días lo mismo, que si el niño por acá, que si el niño por allá, que por qué no le ponemos Federico como si no hubiera otros nombres en el mundo, sólo ese Federico martilleando día y noche, noche y día. Federico, Federoco, Federaco, Fedederuco, F ede... Pero no, mujer, habráse visto tal torpeza, sácate de la cabeza ese nombre, mi hijo se llamará José como su padre, como su abuelo, como su bisabuelo, como... ¡María ! ¿Qué haces, mujer? ¿Te has vuelto loca? El niño, el niño, ten cuidado, pero qué ha ces, mujer...

José no está mal, José, pero ya hay tantos José en la familia que de Pepe estoy hasta la coronilla, ¿oíste? No más José en esta casa, no más Pepe ni Pepa. Aquí se termina la historia de los Pepe y comienza la historia de Federico I, así como lo oyes, de F ederico Primero.

¡FEDERICO...! Con la F festejará la vida, fabricará fábulas, fundirá el fuego y la furia, la fama y el fracaso. Con la E empezará a estremecerse ante la envidia y el egoísmo, escogerá esperanzas etéreas y estrellas eternas, empaquetará emociones y enjugar á las lágrimas. Se enamorará de Estela, de Eloísa, de Esperanza, de Elena, de Eliana. Con la D se desilusionará de Diana, de Deborah, de Delia, de Dalila, de Dora. Derrocará al dictador, al déspota. Con la segunda E escribirá: eternidad, espejo, espacio. Con la R escribirá Revolución. Será rebelde, romántico, recitará poemas de Federico García Lorca y leerá El Diario del Che Guevara. Con la I se incendiará de ilusiones: instalará innumerables imposibles en el inmenso inventario de su infancia. Con la C cu estionará la corrupción y la crueldad, pero también comprenderá y será compasivo. Con la O odiará la obsesión, la obstinación de... una madre queriendo FEDERICO para su hijo.

(Suena el teléfono)
Sí mamá, María está bien, no te preocupes. ¿Cómo? Ah, sí, el niño está bien también, está precioso mamá ¿Cómo? No te escucho bien. ¿El nombre del nieto? No tiene nombre todavía. ¿Que en qué país estamos? ¡Mamá, no te pongas trágica! ¿Por qué hay que to mar una decisión tan importante tan rápido? ¿Que ya han pasado seis meses dices? No te preocupes mamá, es mejor esperar. ¿Que por qué tanta demora? Mamá, mamá... Hola, holaaa....

Otra vez esa vieja zorra tratando de meter cizaña. Por suerte los teléfonos son a prueba de brujas. «Hijito, cuídate mucho, mira que la María es una descuidada, no la dejes sola con el bebé, dicen que está medio trastornada.» Vieja zorra, no se sal drá con la suya.

(Suena de nuevo el teléfono)
Hola Pepito, sí, estos teléfonos están cada vez peor, te decía que no es bueno tener al niño sin nombre tanto tiempo. Comprendo, comprendo pero ¿y el bautismo? ¿No han pensado en el bautismo? ¿Qué? ¿Qué estás diciendo? No puedo creerlo. Tú, mi hijo, dicie ndo estas cosas. Se lo contaré al Padre Juan. Siempre pregunta por su Josecito. ¿Recuerdas cuando eras monaguillo? Y ahora me vienes con éstas? Verónica, hija, las sales por favor, que me ahogo, que me...

¡Mamá, mamá...!

La vieja zorra, pensaba que lo iba a convencer a José. José, ¿qué te pasa hombre, has perdido el juicio?

Pobre mamá... y todo por tu culpa y la de ese maldito poetucho que te ha hecho perder la cabeza. Mira lo que hago con él. Obras completas de Federico García Lorca, al fuego, así como lo ves, arde, arde fuego purificador de pecados eternos, arde Federic o, muérete bien muerto, yo voy a exorcizar esta maldita casa, voy a borrar toda huella de tu nombre en esta casa, yo... Pero mujer, qué haces, te has vuelto loca, ten cuidado, el niño no, el niño no... ¡Ay, Dios mío! ¡Ay, Dios mío!

El puñal
entra en el corazón
como la reja del arado
en el yermo. iii

(Suena nuevamente el teléfono)
Sí, mamá, te escucho. Sí, ya tiene nombre mamá. Federico José. Sí, mamá, Federico JOSÉ, como lo oyes, ¿y la madre? La madre... se llamaba María.

________________________

i García Lorca, Federico, "Canción tonta", Obras completas, ed., Aguilar. 8 ed., 1965, pág. 374.
ii ------- "Río azul", Páginas Recuperadas (Antología), Ediciones Corregidor, 1988, p.90.
iii ------- "Puñal", Obras completas, op. cit. p.302.

María Elena Lorenzin, Australia, Argentina (San Juan) © 1996

Maria.Lorenzin@flinders.edu.au

http://wwwehlt.flinders.edu.au/deptlang/language/spanish/arbolitos/index.html

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