Los tres cuentos de este mes tienen tonos y temas muy diversos, aunque en todos ellos hay algo de sorprendente que los aleja de sus respectivos marcos genéricos.
Los tres cuentos de este mes tienen tonos y temas muy diversos, aunque en todos ellos hay algo de sorprendente que los aleja de sus respectivos marcos genéricos.
La guagua es una historia que combina el humor del absurdo con una gran ironía crítica; un grupo de paisanos se pregunta por los motivos que están llevando al conductor de la guagua a negarse a parar donde los viajeros se lo piden. Conductor y viajeros inician una imparable carrera a alta velocidad.
Larala Larala combina eficazmente el género de terror con lo cotidiano, y convierte simples recuerdos de infancia en pesadilla infernal. La evocación, como el título indica, está presidida por una simple melodía cuyas notas puede imaginar el lector a su gusto.
Finalmente, La senda y un ayer es una lenta y profunda conversación entre dos amigos sentados en un café,cuyo significado se va aclarando y ramificando poco a poco, y también una oportunidad para el protagonista de la historia de recapacitar sobre sus decisiones e intentar dar un nuevo rumbo a su vida. La historia ofrece un sosegado y veraniego descanso para quienes hayan transitado las precipitadas líneas de las dos historias anteriores.
José Luis Martín
joselmartin@hotmail.com