Ser parte de la corona es una narración onírica, aunque también está cargada de "realismo político". El protagonista viaja en un autobús que enseña a los ciudadanos las grandes obras de un régimen político que no distingue entre materia prima y mano de obra.
Reflejos de un viernes es una historia nocturna sobre un pendenciero juerguista que con mil tretas intenta pasar una noche a lo grande en la gran ciudad.
José Luis Martín
joselmartin@hotmail.com