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Los cuentos de octubre

En El Cerro Sordo un hombre entra en un restaurante y le cuenta al joven camarero que está de visita en esa ciudad porque su hijo se ha suicidado.

En ¡Qué bueno que no llovió! una familia de campesinos se apresta a realizar tareas pesadas aunque es domingo y los hijos hubieran preferido pasar el tiempo jugando.

José Luis Martín
joselmartin@hotmail.com

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