Jon miró a su derecha. En el asiento del copiloto estaba sentado su hermano, quizá la persona que más admiraba, alguien que había salido de situaciones muy putas desde niño y ahora era un hombre respetable. Le metió un codazo brutal que le fracturó de inmediato la nariz y lo dejó semiinconsciente. Rápidamente extrajo de la guantera una pistola y le disparó en la base del cráneo a su amado hermano. Abrió la puerta del coche y con el pie empujó su cadáver hasta hacerlo caer al asfalto de una carretera secundaria, inundada y desolada. Arrancó y se fue sin mirar atrás.
En los días de lluvia aún siente algo, pero no sabe explicar bien el qué.
Comenté este asunto con el padrino y le sugerí que nuestra familia podría preparar algo parecido aquí, a las afueras de Burgos. Algo más humilde, claro, una especie de postigo al limbo, un agujero de fuego donde echar los cuerpos de aquellos que están en contra de la prosperidad de nuestra familia y que no caben en el contenedor de residuos biológicos. Algunos círculos de la policía nos llaman mafiosos. La gente usa las palabras con mucha ligereza. Somos una familia unida que ama la tradición de hacer lo que nos sale de los cojones, con negocios y algunos amigos de usos algo bruscos, pero nobles de riñón, que ponen orden entre quienes opinan que las cosas han de ser diferentes. El padrino, que es mi tío por parte de madre, sonrió y me dio libertad para que iniciara ese proyecto de ingeniería social. No sé si nos darán un premio por eliminaciones limpias y sostenibles en el tiempo, pero nadie puede negar que cuidamos del medio ambiente.
Luis Amézaga, España © 2024
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Luis Amézaga. Nacido en el año 1965 en la ciudad de Vitoria (España) donde vive actualmente. Entre lecturas y escritos concibe la medida del tiempo. Mantiene habitualmente el blog El búnker travestido: https://bunkertravestido.blogspot.com/
Ha escrito artículos y colaborado en diferentes revistas literarias: Bolsa de Pipas, Letralia, Ariadna, Narrativas, Almiar-Margen Cero, Groenlandia, Agitadoras… Ha participado en antologías de relatos y poesías como La Casa del Poeta (Noche Polar), Doble en las Rocas y Escribir en Crisis(Editorial Letralia), o Antología de poesía Viejoven (Versátiles Editorial). Es autor de varios libros de poemas: El Caos de la Impresión, A Pesar de Todo...Adelante, o Los Alrededores del Idiota. Con el poemario Bolsa de Canicas obtuvo el premio en el certamen convocado por la revista literaria Katharsis y se publicó revisado en segunda edición en el año 2012. Ofreció a los lectores el libro de máximas y aforismos El Gotero en la revista Groenlandia. Con el poeta Adolfo Marchena publica el libro de crónica poética La Mitad de los Cristales. También compartió proyecto en su libro dietario El Reloj de Arena junto al escritor hondureño David Morán. Destaca la publicación del libro de sentencias, crítica y pensamiento, que ha recogido bajo el título Una semana de arresto domiciliario. Cuenta también con un librito de relatos titulado Tarde de Moscas, y su flamante trabajo publicado con la editorial Amarante bajo el título: Vuelos rasantes, un ejercicio narrativo que cuenta con nueve historias perturbadoras. Su última entrega a los lectores es el libro Los ladrones de Ideas, con el que obtuvo el segundo premio del IV Concurso Literario de Relatos "Letras Cascabeleras".
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