Los tres cuentos de este mes comparten una gran intensidad emotiva, aunque sus técnicas y tonos son muy diversos.
Los tres cuentos de este mes comparten una gran intensidad emotiva, aunque sus técnicas y tonos son muy diversos.
Muchas veces Belén es el cuento de una mujer camaleónica que cambia de identidad para prostituirse. La protagonista del cuento vende, una y otra vez, su virginidad profesional a clientes quienes, por unas horas y unos pesos, juegan a ser los magnánimos protectores de quien sabe explotar sus inseguridades masculinas.
Los hijos de Ana es una historia breve pero devastadora. El amor de una madre por sus hijos no hace distinciones entre ellos, incluso los menos favorecidos por el destino. El amor y la resignación se unen en un cuento sin concesiones hasta el final.
En Acabo de mundo un joven nos narra la disparatada y entretenida historia de cómo su novia llegó a convertirse en reina de Chile merced al fútbol y sus fanáticos seguidores. Esta absurda psicosis de las masas futboleras expresa de manera efectiva (quizás la única posible) la demencia colectiva que en los 70 se apoderó de la sociedad chilena, que pasó de una democracia a una dictadura de funesta memoria.
Enrique Fernández
fernand4@cc.umanitoba.ca
José Luis Martín
joselmartin@hotmail.com