Los cuentos de mayo

El primer cuento de este mes, Cuernos, nos cuenta cómo un veterinario se aviene a participar en una mascarada de infidelidad y lujuria. La historia fractura el discurso moralista monógamo y revela la psicología del personaje de una manera inusual. La literatura erótica requiere de una maestria superior en la sugerencia y la insinuación, perfectamente lograda aquí. La brevedad, el cómico final, el escenario en el camino de Santiago que recuerda el picante sabor del Decamerón o los cuentos de Canterbury, hacen de este cuento un texto que, estamos seguros, dejará una sonrisa de complicidad en los labios del lector.

En contraste con el gracioso final del primero, los dos otros cuentos de este mes parecen fragmentos intencionalmente inconclusos que privan al lector de un final confortable.

José María, a pesar de su exuberante lenguaje rítmico y de su paisaje exótico, es una pesadilla deshilachada, en la que habitan fragmentos de memoria sobrevivientes de una masacre apenas menci onada, cuya razón nunca se nos explica. Al final, sólo la memoria rescatada queda en pie para enfrentarse a la violencia.

Un uisqui extraño sigue una técnica muy diferente para presentar esa ausencia, esa intencional dicotomía entre las acciones y su significado. Como en una obra de Pirandello, tres personajes desc ansan al borde de una soleada piscina y, entre trago y trago, intentan negar la realidad brutal al otro lado del muro que rodea la casa: el golpe de estado, las torturas, las ejecuciones, una realidad que el muro no puede mantener alejada indefinidamente.

Enrique Fernández
fernand4@cc.umanitoba.ca

Carlos A. Jáuregui Didyme-Dome
jauregui@avalon.imagixx.net

José Luis Martín
joselmartin@hotmail.com

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